domingo, 29 de diciembre de 2013

Fin de año en Udaipur

Después de un agotador, por el mal estado de la carretera, viaje en bus llegué a Udaipur, conocida como la Ciudad Romántica del Rajasthan. Aquí pasé el cambio de año.

El dormitorio compartido del alojamiento que tenía fichado estaba lleno cuando llegué y la habitación doble que me ofreció por 400 INR me pareció un poco cara. No tenía plan B así que creo que por primera vez en mi viaje, no me quedé en el primer alojamiento que pisaba y pregunté en otros tres hoteles de la zona que me encontré callejeando. Finalmente me quede en uno por 300 INR aunque al día siguiente conseguí cama en el dormitorio.

Aquí la pereza se adueño de mí y pasé bastante tiempo en la habitación o haciendo otras cosas que no fueron ver la ciudad. Aún así también le dediqué algo de tiempo, claro.  

Mi primera visita fue al palacio. Por fuera es muy bonito, sobretodo la parte que da al lago y por dentro no está mal pero me esperaba más. Además, había muchísimos locales visitándolo y me resultó un poco agobiante. Había momentos en los que había que hacer cola y todo para seguir la ruta o entrar en algunas habitaciones.


En pleno centro también está el templo de Jagadish, subiendo unas empinadas escaleras. Es bonito pero habiendo visto ya los que he visto pues tampoco me dijo mucho.


Una noche me acerqué a ver el show de “Dharohar” (que se oye desde cualquier hotel de la zona) que hay diariamente a las 7pm en el “Bagore Ki Haveli”. Y esto sí que mereció la pena. Estuvo muy bien y algunas escenas son muy divertidas. En total son seis danzas tradicionales de Rajasthan: una canción de bienvenida, la danza de “chari” que son dos mujeres bailando llevando en la cabeza una olla con llamas dentro, la danza de “Terah Taal” donde cuatro mujeres tienen pequeños instrumentos atados al cuerpo y los tocan de varias maneras (fue digno de ver), el show de las marionetas que fue muy divertido, la danza de “Gumar” donde varias mujeres con la cara tapada bailan en circulo y era un baile tradicional en bodas de la realeza, y finalmente la danza de “Bhavai” que representa la gratificación de las mujeres del Rajasthan cuando consiguen agua en el desierto después de andar durante mucho tiempo llevando varias vasijas en la cabeza. Este último baile en concreto no dejó de sorprender porque la mujer, única participante, empieza bailando con una vasija en la cabeza y cada poco tiempo va añadiendo más vasijas, cada vez más pequeñas, encima de la anterior y cuando crees que ya no puede llevar más añade más hasta llegar a 11! Increíble.

 



Para ver la puesta de sol con el lago y la ciudad al fondo hay especialmente dos sitios: el palacio de Monsoon y más accesible el templo de Karni Mata. Yo no fui a ninguno de ellos. Al primero porque estaba lejos y creo que solo se podía ir en rickshaw y al segundo porque me salió un día nublado. A partir de Udaipur he tenido bastantes días nublados que no ha habido hasta ahora.

El primer día desde "Ganesha Guesthouse"

Aún así no quise perderme la puesta de sol contra la fachada del palacio que da al lago así que cruce el puente peatonal del lago Pichola y me fui hasta el templo de Hanuman desde el cual hay muy buenas vistas pero un viento muy frío también.


Paseando una tarde por una calle concurrida se paró junto a mí en su moto Rakhi, una mujer local, y se ofreció a llevarme hasta el centro. La verdad es que no buscaba llegar antes al centro porque estaba buscando una tienda pero no quise rechazar su amabilidad y menos la oportunidad de hablar con una mujer india. Así, parando y esquivando constantemente a otros vehículos me llevó y luego me invitó al centro de belleza que lleva un familiar suyo que estaba al lado. Acepté porque no me pareció esa su intención inicial, la de que contratase algún servicio donde su familiar. Me ofrecieron chai y en ese rato que compartimos Rakhi me contó que tiene 24 años y que es enfermera pero que enseña en un colegio algo relacionado con ello. Luego me enseño fotos de ella en el día de su boda hacía un mes. Pero ay, aquí viene lo que me dejo bastante sorprendida. ¡Todavía no conoce a su marido! Se conocieron a través de una página web que arregla matrimonios. Resulta que su marido es indio pero está trabajando en Dubai y no volverá hasta dentro de 4 o 5 meses. El día de su boda él siguió allí y ella fue a la casa de la familia de él donde se vistió para la ocasión y de alguna forma se casaron…La verdad es que muy amable ella y su familiar.

¿Y cómo fue mi Nochevieja a miles de kilómetros de mi casa?

Pues pensando en toda la comida rica que me iba a perder con mi familia, al menos quise asegurarme que mi cena no iba a ser cualquier cosa y me apunté a un curso de cocina india el día 31 a la tarde.

Así llegué a las 6pm junto con una pareja estadounidense, otra canadiense y un alemán a la casa de Shashi.

Shashi es una mujer india de mediana edad que perdió a su marido hace 13 años. Según sus costumbres, durante un año no pudo salir de su casa y en ese tiempo tuvo que estar durante 45 días en una rutina diaria de levantarse y pasarse sentada en una silla en la esquina de una habitación todo el tiempo hasta irse a dormir mientras recibía la visita de otras mujeres. Como tenía que sacar adelante a sus dos hijos pequeños, se dedicó a lavar ropa de otras personas aunque al parecer no estaba bien visto por la cultura de su entorno. En la azotea del edificio de su casa había un restaurante (su casa está ahora de reformas y por tanto está en otra de alquiler) y había un extranjero que comía allí con frecuencia y creo que un hijo de Shashi le invitó de vez en cuando a comer en su casa donde cocinaba Shashi. El extranjero le dijo al hijo que su madre, Shashi, cocinaba muy bien y le sugirió la idea de impartir cursos de cocina.

Y así, desde hace cuatro años y medio, Shashi imparte dos cursos de cocina diariamente. Cuando empezó no sabía nada de ingles y ahora sabe hasta decir algunas de las comidas o ingredientes que utilizamos en el curso en español y alemán al menos.

El cuenco mágico de las siete especias: chile, cilantro,
orégano, comino, anís, tamarindo y "garam masala"

“Aprendimos” a cocinar masala chai (el té indio), pakoras de patata y cebolla, curry de berenjena y tomate, curry de garbanzos, curry de espinacas y patatas, salsa de espinacas con queso, curry de lentejas, arroz con verdura, naan con tomate y queso, chapatti, paratha…O eso dicen las recetas que nos dio. La verdad es que perdí la cuenta entre tanto plato y especia. Y me doy con un canto en los dientes si cuando vuelva a casa puedo hacer aunque sea chai…

Pero lo importante es que estuvo muy entretenido y la comida buenísima. No me podía quejar de mi cena de Nochevieja.


Para cuando llegué a mi alojamiento del curso de cocina eran ya nada menos que las 11:15pm! Casi 6 horas de curso entre ida y vuelta! Y me fui directamente a buscar a Sungoon, mi compañero de habitación.

Sungoon fue mi compañero de compartimento (por llamarlo de alguna manera) en el dormitorio compartido. Cuando llegué, él ya estaba allí. Es surcoreano y es la primera vez que sale de Corea. Tan solo llevaba diez días en India y yo era una de las primeras extranjeras con las que hablaba en su vida. El ingles le costaba un poco pero se hacía entender como fuese. Compartimos conversaciones, hablamos sobre nuestros países (curiosidades sobre Corea del Sur: todos los hombres tienen la obligación de pasar dos años en el ejército; el día del cumpleaños de cada uno en Corea no es importante. Cuando naces tienes automáticamente un año y en nuestro año nuevo todos cumplen automáticamente un año más. Aunque su cambio de año, el que se celebra, es en febrero)…la verdad es que le cogí aprecio en el poco tiempo que compartimos.

Cuando llegué de la clase de cocina, me uní a Sungoon y a los otros seis coreanos que había conocido ese día. Uno de los hijos de Shashi había comentado que a las 12 de la noche habría fuegos artificiales en el lago así que subimos a la azotea de nuestro alojamiento, que estaba tocando el lago, para verlos.

Y aunque no fueron muchos los fuegos artificiales lo recuerdo como un momento muy especial. Fue realmente bonito verlo, reflejándose en el lago y con la emoción de la gente en las azoteas. Hubo incluso una cuenta atrás desde la fiesta privada en una terraza cercana.


Y a pesar de estar tan lejos de los míos en un día tan significativo, me sentí feliz. Estaba cumpliendo un sueño, con un fondo precioso y en buena compañía. Además, después de las “campanadas”, Sungoon desenfundó su guitarra (tiene un grupo con un amigo en Corea) y me tocó y cantó en coreano la canción que había compuesto esa tarde. ¿Qué más podía pedir?

A la mañana siguiente me despedí de Sungoon que seguía su camino y yo decidí que la comida de Año Nuevo también tenía que ser algo especial así que me comí el thali más variado que he tenido hasta ahora y repetí hasta que no pude más.





INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 84’34 INR

- Bus Kumbhalgarh-Udaipur a las 9:15am (3 horas y 30 min): 50 INR

- Palacio: estudiantes 55 INR / normal 115 INR (cámara 225 INR y audioguía 225 INR)

- Show “Bagore Ki Haveli” (todos los días a las 7pm): 100 INR (cámara 100 INR pero no hace falta pagarlo, se puede hacer fotos sin problemas una vez dentro porque no lo controlan)

- Clases de cocina Shashi (5 horas, 5:30-10:30pm): 600 INR

- Alojamiento I: Ganesha Guesthouse

  • Dirección: en la calle secundaria que une “Lal Ghat Road” y “City Palace Road”.
  • Habitación doble con ventilador, baño privado y wifi: 300 INR
  • Comentarios: la habitación tenía cero encantó y era muy simple pero hacía el apaño. Las almohadas muy incomodas. No hay agua caliente en el baño pero te traen un cubo lleno bajo petición. El agua del lavabo cae directamente al suelo (con rendija debajo pero hasta cuela todo el agua se esparce por todo el suelo) por un tubo. El retrete es de agujero y sin posibilidad de “echar la bomba”. Lo bueno del alojamiento es que está bien situado y que su azotea es una de las más altas de la zona por lo que hay una vista increíble hacia el lago. Y el dueño era agradable aunque su perro intento lanzárseme agresivo un par de veces, menos mal que estaba atado. Tampoco me gustó que cuando subí a la azotea me siguiese un trabajador. Se me olvidó hacer una foto de la habitación.

- Alojamiento II: Lal Ghat Guesthouse

  • Dirección: 33 Lal Ghat
  • Cama en habitación compartida (10 camas), con ventilador y wifi: 150 INR
  • Teléfono: (0091)2942525301 / (0091)2942418508
  • Email: lalghat@gmail.com 
  • Web: www.lalghat.com 
  • Comentarios: muy bien. La habitación está dividida como en compartimentos de dos camas cada uno. Debajo del colchón hay un gran hueco para guardar la mochila con tu propio candado. Es un poco incomodo porque pesa bastante levantarlo. Cada cama tiene unas cortinas que aunque no tapan del todo, dan bastante intimidad. También hay una lámpara y dos estanterías en la cabecera de cada cama. Al fondo del pasillo hay dos baños, con retrete de agujero, que están bien. Hay otros dos fuera de la habitación. Hay agua caliente pero no es muy caliente, suficiente. El único enchufe que hay esta al fondo del pasillo (dos enchufes si quitas el del ventilador). Hay más saliendo justo del dormitorio pero en el patio. Lo de los enchufes era realmente lo único malo. Esta muy bien situado junto al lago por lo que tiene buenas vistas desde la terraza. El menú del restaurante me pareció un poco caro pero no muy diferente de los restaurantes turísticos. Alojamiento con muchos coreanos. Según lo que tienen escrito en recepción, la habitación individual sin baño son 250 INR y las dobles a partir de 400 INR. 


viernes, 27 de diciembre de 2013

Ranakpur y Kumbhalgarh

Como “me gusta” esto de super madrugar de vez en cuando, ya tocaba y a las 4am me despedí con un poco de pena de Pushkar.

Los autobuses hacia Ajmer empiezan a circular oficialmente a partir de las 6 o 6:30am pero yo tenía que irme antes y me habían dicho que sobre las 4am algún bus pasaría. Así que me acerqué a la “estación de bus” (ejem) de Marwar y me uní a unos locales que estaban alrededor de una fogata con un chai hasta que al poco pasó un bus sleeper (bus cama). 

Un tren desde Ajmer me dejó en Falna hacia las 9:30am y ahora venía un poco la incertidumbre. Mi destino era Ranakpur, a unos 35 km de Falna y tenía que coger un bus para llegar pero en internet no había encontrado nada sobre ello ni había podido averiguar dónde estaba la estación de bus. Preguntando, seguí la carretera dirección Ranakpur hasta que alguien me dijo que me había pasado la estación pero que lo podía coger en el lugar donde estaba. Y por fin a las 10:25am paso uno. Uf. 

En Ranakpur se encuentra un templo jainista espectacular. Abre de cara al público a las 12am y para cuando llegué a las 11:30 ya había bastantes turistas locales y extranjeros esperando. Me encontré con la sorpresa de que desde el 22 de diciembre de 2013 (hacía cuatro días) habían empezado a cobrar entrada aparte de lo que había que pagar por la cámara que ya sabía. Al menos con la entrada estaba incluida una audioguía. Aquí también saben cómo hacer más negocio y aunque pagues por la cámara, el móvil también lo ven como una cámara por lo que habría que pagar por él igualmente así que por 50 INR te lo guardan (tampoco se puede meter comida o agua) en unas taquillas. A mí de todos modos me venía bien porque tenía que dejar la mochila grande en algún lado. Hay que entrar descalzo y con los hombros y piernas tapados al templo. 


Había leído que era posible comer en el recinto del templo y como cuando pregunté me dijeron que el comedor estaba abierto de 11am a 1pm, me fui primero a comer. El edificio esta nada más entrar al recinto a la izquierda y hay que entrar descalzo. Por 50 INR te ponen un thali y puedes repetir si quieres. 


El templo de Ranakpur esta dedicado a Adinath y está hecho de mármol blanco completamente y está tallado casi al milímetro. Tiene 1444 columnas, todas diferentes. Dudo que deje a nadie indiferente cuando entras a la sala principal. 
  






Pero Ranakpur no era mi destino final ese día. Salí a la carretera principal a la espera de que pasase algún bus pero aunque acabaría pasando, no las tenía todas conmigo que fuese a ser pronto así que acepté la oferta de un taxista muy amable que se ofreció a llevarme en su furgoneta hasta Sayra, un pueblo a medio camino a 20 km de allí, a cambio del precio que yo quisiera quitándole bastante importancia al asunto. En otra situación no me hubiese fiado pensando que al final me pediría mucho dinero pero la verdad es que me cayó bien el taxista y sentí que podía fiarme de él. De todos modos quise hablar de antemano un precio y cuando le ofrecí 20 INR me volvió a decir que lo que yo viese oportuno. Su destino era Udaipur y Sayra le pillaba de camino así que supongo que no le importaba porque tenía que hacer el viaje igualmente. 

Al llegar a Sayra, podría haberme dejado allí y ya está pero muy amablemente preguntó a un local sobre el bus a mi destino y cuando no obtuvo la respuesta que esperaba, aparcó la furgoneta y preguntó a otro local y entonces llegó el bus. En fin, encontrarse con gente así se agradece de verás. 

Éste último bus necesitó casi dos horas para hacer 28 km y llegué a Kumbhalgarh cuando ya estaba anocheciendo. 

Del bus también bajaron Mahesh y Madhu, un matrimonio indio de Ajmer que también estaba visitando la zona por un par de días. Como iban al alojamiento que yo quería ir, ahí que nos fuimos los tres. Cenamos juntos allí mismo y luego nos fuimos en taxi hasta el fuerte para ver el espectáculo de luz y sonido. Pero cuando llegamos ya estaba acabando (y nos libramos de tener que pagar la entrada). De todos modos mereció la pena ver el fuerte iluminado. 


¡Qué frío hacía por la noche!

Al día siguiente nos juntamos otra vez, desayunamos y nos fuimos a ver el fuerte de día. Esta vez andando, a 1 km y medio más o menos. 

La muralla del fuerte de Kumbhalgarh mide nada menos que 36 km y es la segunda más larga del mundo después de la Gran Muralla China. 


Se puede subir hasta arriba del todo y tener una vista de 360 grados.


Dentro del complejo, a parte del fuerte en sí, hay también varios templos desperdigados. 




INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 84’35 INR

- Bus Pushkar-Ajmer (bus cama, 20 min) a las 4:05am: 20 INR

- Tren Ajmer-Falna (clase "second seating", 3 horas): 80 INR

- Bus Falna-Ranakpur (55 min): 19 INR

- Entrada templo Ranakpur: 200 INR (con audioguía incluida) + (cámara 100 INR) + (taquilla 50 INR) 

- Bus Sayra-Kumbhalgarh (1 hora y 45 min): 30 INR

- Entrada Fuerte de Kumbhalgarh: 100 INR y espectáculo de sonido y luz 200 INR

- Alojamiento: Lucky Guesthouse & Restaurant

  • Dirección: Tehsil Kelwara, Kumbhalgarh. Está a unos 300 metros subiendo por la carretera que va al fuerte, a la derecha. Se ve bien. 

  • Habitación triple con ventilador y baño compartido: aproximadamente 250 INR. Explicación: por más que insistí no me quiso decir cuánto valía la habitación cuando llegué. Llegué con una pareja local y no sé por qué, a ellos les pidió por la habitación muchísimo y creo que por eso no quería decirme, para que no les dijese a ellos. Me dijo que no me preocupase, que un precio normal y me fié. Cuando me fui, acordamos un precio de 850 INR por dos noches, una cena, una comida, dos desayunos y cinco chais.  Por eso no sé el precio de la habitación exactamente. 
  • Teléfono: (0091)9928103613 / (0091)8875718328

  • Comentarios: es un alojamiento muy básico pero al parecer es la única opción barata en Kumbhalgarh. A unos 6 km esta el pueblo de Kelwara donde creo que hay más opciones asequibles. Tiene 4 habitaciones, todas con una cama doble y otra individual y sin baño. Como he dicho son muy básicas pero están bien. El colchón era bastante duro. Hay sabanas, lo que no es muy normal, pero no me pareció que estuviesen todo lo bien que tenían que estar y utilicé el saco sábana. El baño común dejaba un poco que desear en cuanto a limpieza. Cubo de agua caliento bajo petición. No hay wifi. Las comidas bastante buenas (no tiene menú, te lo dice a viva voz aunque aparte de thali no había muchas más opciones) aunque mejor cuando pedí no picante. El dueño siempre atento pero no sabe mucho ingles. Se ofreció a llevarme en su moto gratis a hacer fotos por los alrededores pero no fui. 


 





domingo, 22 de diciembre de 2013

Navidad en Pushkar

Levantandonos a las 6 de la mañana, cogimos un tren a las 7:15 que en algo más de 5 horas nos dejo en Ajmer. Moritz, el alemán, se iba ese día a Bundi pero Appy también quería ir a Pushkar así que ahí seguimos los dos el viaje juntos.

Appy no es como los demás indios que me he encontrado hasta ahora. No me quería vender algo o me veía como algo “exótico” como me suele ocurrir normalmente. Simplemente era un viajero más que quería conocer un poco más su país antes de volar a Tailandia en enero. Tampoco es normal ver a un indio viajando solo lo cual me sorprendió bastante. Y se notaba que venía de una familia de al menos clase media, minoría en India. Así que a pesar de ser indio, lo vi como un viajero “extranjero” más y no tuve que mantenerme alerta esperando ver cuál era su intención realmente o sentirme como un extraterrestre, lo cual se agradece. Además, fue muy buena compañía, se convirtió en un amigo y pude conocer un poco más sobre la cultura del país.

Una vez en Ajmer tuvimos que coger un bus hasta Pushkar, a unos 10 km de la ciudad. Por primera vez en mi viaje los billetes se compraban fuera del bus en una caseta aunque por lo que vi luego también se podían comprar dentro, como siempre.

Pushkar es un pequeño pueblo sagrado para los habitantes de toda India. Y gira alrededor de un pequeño lago rodeado de templos y ghats. La zona turística son unas pocas calles llenas de tiendas de ropa, todo dirigido al turista. En realidad Pushkar no tiene mucho para hacer o ver pero hasta ahora es donde más tiempo he pasado en la India. La pareja irlandesa que conocí en Jaisalmer me había dicho que odiaban esta ciudad pero una vez más, como me paso en Delhi, todo es subjetivo y a mí me pareció un lugar muy agradable y estuve muy a gusto, retrasando mí partida dos días de mi idea inicial. Aquí fue también donde pasé la Navidad.


El día que llegamos subimos hasta el templo de “Papmochani” para ver la puesta de sol con el lago y la ciudad al fondo. Muy bonita aunque los primeros días la niebla insistió en hacer acto de presencia todo el tiempo, sobre todo por la mañana. Luego, ya de noche, recorrimos las calles llenas de tiendas y visitamos el templo de Brahma, el único templo dedicado al dios Brahma del mundo. Pero en realidad no me pareció que tuviese nada especial. No puedes entrar con calzado o con cámara y aprovechando eso, a los pies del templo están al acecho varios locales que han montado taquillas en sus tiendas o en la calle queriendo hacer negocio. Los primeros que nos llevaron a una taquilla nos pedían 50 INR por taquilla, a cada uno. Luego Appy encontró a una señora que nos lo guardaba por 10 INR a él y 20 INR a mi…incluso para eso hacen distinciones entre los indios y los extranjeros…De todos modos diría que si no llevas la cámara, puedes subir directamente al templo y dejar el calzado en la puerta sin tener que guardarlo pagando.


Al día siguiente subimos al templo de Savitri, la esposa del dios Brahma. El templo está situado justo en la cima de una montaña aislada, que se ve desde la ciudad, y un montón de escaleras y medio-escaleras llevan hasta él. El templo no es nada del otro mundo pero el paseíllo y las vistas están muy bien aunque con la niebla…Por el camino conocimos a Rita, una italiana medio francesa de sesenta y pico años y los tres juntos subimos hasta arriba y bajamos.



Esa noche Appy siguió su camino hacia Goa donde le esperaba un festival de tres días. 

Al día siguiente, Nochebuena, a falta de alguien que me hiciese un regalito me autoregalé un pantalón (250 INR pero estoy segura de que se puede conseguir por 150 INR. Voy aprendiendo…) y forme grupo con mis compañeros de habitación para pasar la Nochebuena y los siguientes días. Ahí estábamos yo, dos catalanes, un australiano, un ecuatoriano y a veces también un coreano y otra pareja española. Aunque con los que más tiempo compartí fue con la pareja catalana.

En la India no se celebra la Navidad. Solo en Goa, en unas playas del sur donde al parecer hay más extranjeros que indios y muchos viajeros van en estas fechas. Aun así los restaurantes/alojamientos a veces organizan algo. Nosotros no hicimos nada especial aunque para mí estar en buena compañía, en un día de un poco de morriña, era más que suficiente. Dimos vueltas y vueltas en medio del frío con las calles casi desiertas hasta que decidimos donde cenar: en “Shiva juice Centre cafe & Restaurant”, en frente del popular “Out of the Blue” (muy bueno su manchurian vegetal con arroz pero es un sitio carillo). A este pequeño restaurante, con cocineros muy majos, fuimos varias veces a comer. Tenían unos rollitos vegetarianos y un pure de patata buenísimos! Y el crepe de chocolate y plátano al parecer tampoco se quedaba atrás. Me quede con las ganas. Luego un chai alrededor de una fogata en la calle y para el alojamiento.


El día de Navidad cogí un bus y me acerqué hasta Ajmer. Allí compré un nuevo cargador para el móvil (me robaron el mío), recargué la tarjeta sim india, compre billetes de tren y visité el templo jainista de “Sony Si Ki Nasiya”.

Esperaba encontrarme un templo parecido a los que había visto hasta el momento pero la verdad es que me sorprendió bastante, y para bien, encontrarme en su interior una maqueta dorada y gigante del periodo Mahabharat. Se puede ver en dos pisos desde cristales. Y junto a ellos hay escritas historias de los manuscritos jainistas relacionados con la maqueta.


De vuelta en Pushkar, por supuesto no hay que perderse el lago. Estuvimos un par de veces en la puesta de sol y es muy bonito. Un día también me acerqué por la mañana y solo había hombres locales bañándose. Ninguna mujer a la vista…me sentía fuera de lugar así que tan pronto llegué y saque cuatro fotos me fui. Si se quiere entrar al lago desde la calle principal de tiendas hay que descalzarse pero si se entra por la calle al este del lago se puede estar en los escalones sin descalzarse.



Resumiendo, en Pushkar estuve muy a gusto. Tanto por la tranquilidad del lugar como por la compañía que tuve, además de que comí muy bien!



INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 83’58 INR

- Tren Jodhpur-Ajmer (clase “sleeper”, 5 horas y 30 min): 105 INR

- Bus Ajmer-Pushkar: 10-12 INR

- Taquilla templo de Brahma : 20 INR

- Templo jainista de "Sony Ji Ki Nasiya" en Ajmer: 10 INR (+ propina al que guarda el calzado)

- Alojamiento: Milkman Guesthouse

  • Dirección: Mali Mohalla, Pushkar. Esta muy bien situado, cerca de la estación de bus pero no es fácil de encontrar porque la calle no aparece en Google Maps. Cuando llegamos a la estación de bus les llamamos por teléfono y un trabajador del guesthouse nos vino a buscar en moto. Nos buscó un rickshaw y nos llevo hasta el alojamiento. Nos pago el rickshaw.
  • Cama en habitación compartida (7 camas) con ventilador y wifi: 100 INR
  • Teléfono: (0091)1452773452 / (0091)9828355245
  • Web: www.hotelmilkman.com 
  • Email: vinodmilkman@hotmail.com/vinomilkman@hotmail.com/booking@hotelmilkman.com
  • Comentarios: muy bien por ese precio. La habitación está en la azotea (buenas vistas aunque no del lago), junto al jardín, y es un espacio abierto respecto a las escaleras. Así que cualquiera que suba al jardín ve toda la habitación. Pero bueno, para mí no era un problema. La habitación es muy colorida y luminosa y muy fría si hace frío fuera. Hay dos taquillas debajo de cada cama, excepto en dos que no tienen. Los dos baños están en el jardín, con agua caliente y están en buenas condiciones aunque a veces no muy limpios. El wifi bien si funcionaba, a veces no. Nos pasaba que igual funcionaba en el portátil pero en el móvil no aunque viese la red. Obligatorio que te gusten las ardillas porque corretean por la habitación y el tejado. Hay un par de tortugas grandes también entre la habitación y el jardín. De las tres veces que comí en el restaurante, en dos me pareció que la comida estaba sosa. Precios razonables para Pushkar. Los trabajadores son amables. PERO deje un día el cargador de mi móvil en la habitación (mientras los demás tenían mil cosas encima de las camas y todas seguían allí. Menos mal que no se llevaron el cargador del portátil) y alguien me lo robo…









sábado, 21 de diciembre de 2013

Jodhpur

Llegué a Jodhpur a las 22:30 de la noche. Esa tarde había llamado a un alojamiento y cuando salí del vagón ahí estaba ya alguien del hotel esperándome. Ahí conocí también a Appy y a Moritz, un indio y un alemán que viajan juntos y en el mismo vagón que yo y que también iban casualmente al mismo hotel y a la misma habitación, la compartida.

Al día siguiente formamos un grupo de tres y nos fuimos a explorar la ciudad juntos.


A Jodhpur se la conoce como la Ciudad Azul por el color de sus casas. Y vale que tiene casas azules pero pensaba que iba a ser más exagerado o quizás no miré en la dirección correcta.


Jodhpur no tiene mucho más a parte del fuerte que domina la ciudad en lo alto. Es por eso que solo estuve un día.

Así que después de hacer una visita al Mcdonalds (caro comparado con la comida india) para desayunar pusimos rumbo al fuerte de Mehrangarh, como se llama. Hasta ahora es la entrada más cara que he visto en la India y como viene siendo habitual, la cámara de fotos se paga aparte. Lo bueno es que hay descuento para estudiantes y que con la entrada viene una audioguia en español incluida. Los indios no suelen pagar por entrar a los sitios ni una décima parte de lo que pagamos los extranjeros. Aunque las entradas no son caras, realmente no me parece bien tanta diferencia.

El fuerte está bien, sin parecerme muy espectacular (quizás porque ya había visto en el fuerte de Bikaner bastantes cosas de lo que había dentro aunque no fuesen exactamente iguales), y es interesante lo que cuentan en la audioguía. Exponen palanquines, monturas para elefantes, pinturas, turbantes, armas…



Una vez visto el fuerte no hicimos mucho más: callejear, comer...y volver a comer. 





INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 83’58 INR

- Tren Jaisalmer-Jodhpur (clase “sleeper”, tatkal, 5 horas): 180 INR

- Fuerte de Mehrangarh: estudiantes 300 INR / normal 400 INR (incluye audioguía. La cámara de fotos es a parte: 100 INR)

- Alojamiento: Govind Hotel

  • Dirección: Station Road. A 5 minutos andando de la estación de tren.
  • Cama en habitación compartida (12 camas, literas) con ventilador: 200 INR
  • Teléfono: (0091)2912622758 / (0091)2654981 / (0091)9413574901 / (0091)9983322758
  • Email: govindhotel2000@yahoo.com
  • Web: www.govindhotel.com
  • Comentarios: vienen a buscarte a la estación de tren gratis si les llamas antes. La habitación está bien pero parece un bunker. Al principio me cobró 250 INR/noche pero a mis dos compañeros de habitación les parecía caro (que lo es) y decidieron irse, entonces nos lo bajó a los tres a 200 INR. Hay taquillas. Necesitan candado propio. El baño estaba bien, con agua caliente. Se oye mucho ruido de la carretera. El wifi es de pago, 100 INR de 6am a 11pm o algo así y no llega al dormitorio. Si en el restaurante. De todos modos mis compañeros consiguieron la contraseña de algún modo y funcionaba más o menos bien en el restaurante. La comida estaba bien. 



miércoles, 18 de diciembre de 2013

Jaisalmer

Jaisalmer se encuentra a las puertas del desierto y se la conoce como La Ciudad Dorada. Es una de los lugares más turísticos de Rajasthan y diría que de la India también. Yo solo estuve tres días, pero es fácil querer quedarse más tiempo.

La principal atracción es su fuerte que domina la ciudad. La peculiaridad que tiene es que es de los pocos (o único) fuertes habitados en toda India y de hecho hay muchos alojamientos dentro. Tiene una única puerta de entrada y salida.


No hice mucho aquí. Me encontraba cansada, quizás con otro virus al acecho que con suerte no pasó de ahí.

En Rajasthan hay más vacas que en los otros estados que he visitado o al menos tengo esa impresión. Lo que hace que mirar al suelo sea más importante todavía…Pero en Jaisalmer, además alguna se lanzaba a por la gente. Menos mal que van a cámara lenta.

Una calle dentro del fuerte

Lo que más me gustó en Jaisalmer fue callejear, tanto dentro como fuera del fuerte. La ciudad está muy enfocada hacia el turista y de hecho en los meses de verano, temporada baja, muchos locales parecen que se van a otras partes. Dentro del fuerte hay varios miradores, con un cañón en todos ellos, hacia la ciudad.


La actividad estrella es la de la excursión en camello y pasar la noche (o varias) en el desierto de Thar. Pocos serán los viajeros que vayan a Jaisalmer y no lo hagan. Como yo ya había hecho este tipo de excursión en Marruecos y según había leído allí era mejor que aquí, no sentía especial ilusión por ello. Pero lo que sí que hice fue acompañar a una pareja irlandesa en el jeep que les llevo a su excursión hasta la entrada del desierto. Esperaba ver al menos dunas pero allí no estaban. Vinieron a buscarles en camello y me subí un ratito en uno!


Cerca del fuerte se encuentra el lago “Gadisar” que abastece a la ciudad. Bien merece una visita.


Con el fuerte al fondo

En esta ciudad también hay bastantes “haveli”s, de los que hablé en la entrada de Bikaner, y el más famoso seguramente sea “Patwon Ki Haveli” el cual se puede visitar por dentro.


Me perdí una puesta de sol con el fuerte al fondo. Debe de merecer bastante la pena.


¡Pero qué guapa!



INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 83’58 INR

- Tren Bikaner-Jaisalmer (clase “sleeper”, 5 horas): 215 INR

- Patwon Ki Haveli: 150 INR (+ 50 INR por la cámara) 

- Alojamiento: Mirage Hotel

  • Dirección: dentro del fuerte. Al lado del Maharaja Palace que está en la plaza que se llega al entrar al fuerte por la única entrada que hay.
  • Habitación doble con ventilador, wifi y baño privado: 130 INR
  • Teléfono: 00919549509322 / 00917568795806
  • Comentarios: el alojamiento solo tiene 4 habitaciones: 3 con baño privado y una compartido. La habitación era simple pero estaba muy bien al igual que el baño. No hay agua caliente pero bajo petición te traen un cubo lleno. El wifi funcionaba bien pero había cortes de luz. La situación es muy buena dentro del fuerte y tiene una buena vista del palacio del Maharaja desde la azotea donde se puede comer. Buena comida. De todos modos, no lo recomiendo para mujeres que viajan solas. A pesar de que Ba, el dueño, fue todo atenciones y amabilidad (y tiene muy buenas críticas en internet), acabo tomando demasiada confianza y al final tuvo segundas intenciones. Además, un día me dijeron por la mañana que tenía que dejar mi habitación e irme a una de abajo que era peor y sin baño porque iban a dar mi habitación a otras personas. Ante la actitud del dueño y esa situación decidí irme inmediatamente.