miércoles, 30 de octubre de 2013

Sigiriya

Sigiriya quizás sea lo más conocido de Sri Lanka. Así a lo simple se trata de una gran roca de 200 metros de altura en medio de una llanura. A lo no tan simple, se trató de una fortaleza con un palacio en la cima, construido en el siglo V por el rey Kashyapa, del que hoy en día solo quedan los restos. Cuando el rey fue derrotado, Sigiriya se convirtió en un monasterio budista durante varios siglos.


Decidí madrugar mucho para intentar escapar un poco del calor cuando hiciese la visita así que a las 7:30 ya estaba en la estación de autobús para coger el que salía a esa hora. Supuestamente hay un bus cada media hora desde las 6:30 pero hasta casi las 8:30 no apareció uno. Media hora más tarde ya estaba allí y me encamine hacia el complejo con un polaco que había venido en el mismo bus. Venía de la India y dijo que una y no más…miedo me da.

Sigiriya es la entrada más cara de todo el país, ¡nada menos que 22 euros! A 2 km al norte está la roca de Pidurangala y la ponen como alternativa a Sigiriya si no quieres pagar ni una mínima parte de lo que vale ésta. No supe muy bien que hacer hasta el último momento pero finalmente me decidí por pagar esa abusiva cantidad de dinero.

Primero fuimos a ver el museo que esta fuera del complejo pero demasiado espacio para poca cosa y realmente creo que se puede saltar. Después ya nos encaminamos hacia la roca a través de unos jardines que también son de la época del palacio.


Pronto seguí sola la ascensión porque el polaco tenía prisa y mi paso era más lento. ¡Como apretaba ya el calor a esas horas! Me pregunto cómo subirían en la antigüedad hasta la cima porque parte del recorrido es a través de escaleras metálicas que han puesto de cara al turismo.


El camino pasa por una cueva con pinturas en sus paredes.


Y así se sigue subiendo hasta que se llega a una explanada donde descansé un poco para subir el último tramo franqueado por dos zarpas enormes de león.


Una vez arriba aparecieron las ruinas del antiguo palacio y por supuesto las vistas que conlleva estar a 200 metros de altura: increíbles, pero venía de la experiencia de Mihintale así que quizás no me sorprendió tanto como lo hubiese hecho de no haber visto Mihintale primero.

Foto de Google


Roca de Pidurangala a la derecha 

La bajada fue más fácil pero las piernas seguían sufriendo de la subida. Cogí un autobús de vuelta a Dambulla en el mismo sitio donde me dejo el de ida.

El día anterior a última hora había decidido quedarme finalmente solo una noche en Dambulla y no dos como había quedado en el alojamiento. Por una parte no me apetecía nada pasar otra noche en la habitación con insectos y por otra se me quedaba la tarde totalmente libre y Dambulla a parte de las cuevas no tiene nada más. La dueña no me puso pegas así que cuando volví de Sigiriya, recogí mi mochila me despedí y ¡puse rumbo hacia mi próximo destino!


INFORMACIÓN ÚTIL

Cambio: 1€ = 179,46 LKR

Bus Dambulla-Sigiriya (30 minutos): 32 LKR y mismo precio a la vuelta.

Entrada Sigiriya: 3900 LKR/30$/22€


martes, 29 de octubre de 2013

Dambulla

Después de recoger mi mochila de donde desayunamos, Nandana me acompañó hasta la parada de bus donde al poco rato cogí uno que me llevo hasta Dambulla. Me bajé en frente de la única atracción que tiene esta ciudad: el Templo de la Cueva o también conocido como el Templo de Oro, que también es Patrimonio de la Humanidad.


Aunque cogí la dirección opuesta en busca de un sitio donde dormir. Justo en frente, en la calle de tierra paralela esta el Oasist Tourist, en el que había leído que algún otro viajero había estado. Así que rechazando la oferta que me hacía un tuk-tuk de 1500 LKR en otro alojamiento me encaminé hacia allí. Cuando me acerqué a la casa me salió al paso una abuelita que resulto ser la que lleva el alojamiento y un encanto de persona. 

Foto de Google

Mientras me llevaba a una habitación me fije en que la casa tenía muchos años…y lo confirmé en la habitación. Ninguna ventana tenía cristal, algunas solo se tapaban con una cortina y la que daba a mi cama con una contraventana. Pero bueno, eso en principio no tenía por qué ser un impedimento…Me la ofreció por 1000 LKR y yo le propuse quedarme dos noches por 800 LKR cada una. Aceptó. 

No fue hasta más tarde, cuando estuve un rato en la habitación y me fije mejor (estaba bastante oscura) que me di cuenta de que había llegado el momento de enfrentarme a uno de mis temores antes de venir a este viaje: los bichos. Había telarañas y arañas tanto en la habitación como en el baño (aquí también hormigas) y éste estaba medio inundado. Bueno…comprobé que al menos las arañas fuesen de esas que se están quietas por días porque si no…

Antes de ponerme más nerviosa decidí ir a visitar el Templo de oro. Y la primera impresión, al pie de la montaña no fue muy buena con ese edificio salido de no se donde y un gigantesco buda dorado encima. 

Pero mi objetivo eran las cuevas que estaban más arriba, después de incontables escaleras y acompañada de otros turistas (por fin veo un buen número), monos y un calor que hizo que llegase arriba empapada. Me guardaron el calzado en la entrada (25 LKR, no me di cuenta de que había que pagar hasta que los fui a recoger) y ¡a por ello!


En total son 5 cuevas pero vistas las dos primeras vistas todas. Así que igual es mejor empezar por el fondo, para ir sorprendiéndose cada vez más. Aún así mereció la pena el esfuerzo de subir hasta allí. Nunca había visto un lugar así. 

En la primera cueva hay un gran buda tumbado de lado y tanto las paredes como el techo están pintados con escenas de la vida de Buda.


La segunda cueva es la más grande de todas y en ella hay un montón de budas a parte de los techos y paredes también pintados. Aquí se nota mucho más como la roca bajo la cual está el templo (la cueva) le da forma al techo. 


De vuelta en el alojamiento llegó la primera tormenta de mi estancia en Sri Lanka, lo que se tradujo en goteras y preocupación por mi parte por si se inundase mi habitación. La dueña vino en seguida y me dijo que estaría mejor en el salón. Allí pasé el resto del día ya que la tormenta no se digno a parar. Fui la única huésped. 

En el salón había una foto en blanco y negro muy bonita de la casera con su marido por la época en que se casaron. Tenía 19 años. También tiene dos fotos del día en que se casaron dos de sus hijos. Encontré en la mesa unos álbumes de fotos y pidiendo permiso me puse a ojearlos pero en seguida se sentó a mi lado y empezó a explicarme cada foto. Todas ellas las habían mandado los turistas que se habían alojado aquí desde al menos los últimos 30 años! Tenía un montón de ellas y la verdad es que pase un rato muy agradable. 




INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 179,46 LKR

- Bus Mihintale-Dambulla (1 hora y media): 120 LKR

- Entrada Templo de Oro: 1500 LKR (actualmente 1550 LKR)

- Alojamiento: Oasis Tourist
  • Localización: en frente del Templo de Oro, en la calle de tierra paralela a la principal.
  • Habitación triple con baño privado, mosquitera y ventilador: 800 LKR
  • Comentarios: la dueña es un encanto y realmente te sientes a gusto con ella pero me parece que las habitaciones tendrían que estar más cuidadas. Demasiado insecto. Hay más alojamientos en la misma calle hacia el sur. 

lunes, 28 de octubre de 2013

Mihintale

Después de descansar un poco en el hotel tras ver las ruinas de Anuradhapura, cogí un bus y me fui a Mihintale que está a unos 15 kilómetros al este. 

Mihintale es una colina en cuya cima hay una stupa desde la cual hay unas vistas que bien merecen la pena. Eso es lo principal aunque en los alrededores tiene más lugares igual de recomendables. 

El comienzo y Nandana
Cuando me disponía a empezar a subir escaleras, me salió al paso Nandana, un guía del lugar y no sé bien como acabe aceptando que me hiciese una visita guiada. No soy de las que contratan un guía cuando viajo, prefiero buscar información antes y hacerlo a mi aire aunque un guía te explique más y mucho mejor. Además se me olvida prácticamente todo en poco tiempo. La culpa de que aceptase fue probablemente de un pequeño cuaderno que tiene Nandana donde tiene escritos comentarios de todos los viajeros a los que ha guiado y luego también que él sabe atraer al viajero, o eso me pareció. 19 años de experiencia como guía oficial del gobierno tienen que notarse.

En vez de ir directamente a la stupa en la cima, Nandana me llevo por otras escaleras a ver la stupa “Kantaka Caitya” y me estuvo explicando los diferentes dibujos y formas que se podían ver en ella. 


Al lado me enseño unas cuevas señalándome los sitios que en la antigüedad los monjes utilizaban para meditar mientras me contaba más cosas interesantes.

Después, en vez de subir hasta la stupa blanca donde se supone se guarda una reliquia de Buda, un pelo suyo, subimos a la colina más alta de la zona, “Eth Vehera”, donde hay una vista de 360 grados. Este destino significó muchas escaleras y con el cansancio que arrastraba hasta ese momento (5 horas en bici y lo que había visto hasta entonces en Mihintale) y el calor, se hizo duro. Pero mereció totalmente la pena. 


 
Y aunque Nandana me propuso quedarnos para ver la puesta de sol, yo ya no podía más conmigo misma así que bajamos y en el camino de vuelta me enseño las ruinas de un hospital de hace más de mil años y nos tomamos un té negro. 

Y mientras cogía un bus de vuelta a Anuradhapura me pregunté cómo me había dejado convencer para que me hiciese otra visita guiada al día siguiente…

Así que al día siguiente a las 8 de la mañana estaba otra vez en Mihintale, desayunando con Nandana en una tienda roti (un tipo de pan), pescado (pescado para desayunar??!!) y alguna salsa que no supe identificar. Todo con las manos ayudándome del roti…eso de comer con las manos no lo acabo de ver. 

Allí mismo dejé las mochila y nos pusimos en marcha. Vimos unas cuantas ruinas y llegamos a  “Rajagirilena”. Otra montaña formada por grandes rocas que a su vez forman cuevas y que en su momento utilizaron los montes para meditar. Fuimos subiendo por las rocas hasta que a mí me pareció que ya no se podía subir más pero Nandana me propuso subir hasta la cima por una roca que hizo saltar en mi interior la alarma de peligro, pero como soy un poco cabra loca allá que fuimos y todo fue bien.

¿Veis la cabeza de cocodrilo?
 
Después fuimos al Estanque negro (Kaludiya Pokuna), un lugar sagrado budista con mucho encanto.


Justo al lado de este estanque hay una pequeña montaña donde viven 14 monjes en casitas integradas en las rocas pero ocultas entre la vegetación. Poco antes de las 11 se oyeron unos golpes que indicaban que los monjes tenían que bajar a la base de la montaña para hacer la primera de las tres ofrendas del día a Buda. Y ese es el momento en el que dejan a los curiosos subir por unos 50 minutos a donde viven y meditan. Nos quitamos el calzado a la entrada y fuimos a explorar. Lo tienen todo muy bien cuidado, con caminos de arena o piedrecitas, y piedras para meditar. Que tranquilidad. 


No tiene que ser muy dificil meditar en este lugar

Cuando bajábamos nos cruzamos con un monje que estaba sentado en frente de su casa-piedra. No pareció tener ningún problema.

Y aunque Nandana intentó convencerme para enseñarme más cosas, mi bolsillo gritaba basta y decidí que ya había tenido suficiente de visita guiada y tocaba cambiar de ciudad. 

Como curiosidad, según Nandana mi nombre también significa algo en cingales, el idioma oficial de aquí junto al tamil: muy picante. ¡Que poco apropiado!



INFORMACIÓN UTIL

Cambio: 1€ = 179,46 LKR

Bus Anuradhapura-Mihintale (30 min): 30 LKR y mismo precio la vuelta.

  • Sale de la estación de autobuses nueva pero lo puedes coger en cualquier parada de la calle “Maithripala Senanayake Mawatha” dirección Mihintale. 
Entrada Mihintale: 500 LKR


domingo, 27 de octubre de 2013

Anuradhapura

Mi siguiente destino era Anuradhapura, al norte del país, que aunque está a unos 175 km de Negombo necesité dos autobuses y casi 6 horas para llegar. No sabía a qué hora salía el primer autobús pero fue llegar a la estación y a los 5 minutos ya estaba en marcha. Hasta ahora todos los autobuses que he cogido no tienen aire acondicionado aunque las ventanas se pueden abrir para que corra un poco el aire pero cuando se para en la estación de algún pueblo se convierte en un horno. Y en esas paradas es cuando suben todo tipo de vendedores ambulantes ofreciendo su mercancía (comida, collares, libros…) en voz bastante alta. 

Anuradhapura se fundó en el siglo IV a.c y fue capital en su día del país. La civilización que se desarrollo allí fue una de las mayores de Asia. Hoy en día es Patrimonio de la Humanidad y es una de las ciudades antiguas de Sri Lanka que forman el triangulo cultural. 

Este día iba a ser intenso y como anochece tan pronto (hacia las 18:00) a las 8:30 ya estaba pedaleando hacia las ruinas de Anuradhapura con la bici de paseo que alquile en mi alojamiento. 

El nivel de vida de Sri Lanka es bastante bajo por lo que me fastidia que el gobierno se aproveche tanto del turista y ponga unos precios abusivos para visitar ciertos sitios del país (la verdad es que en general no es barata ninguna entrada). Pues las ruinas de Anuradhapura es uno de ellos. Aunque no el más caro…


Hay tres opciones para esta visita: pagar la entrada de 18 euros y ver todo a tu aire sin problemas, contratar a un tuk-tuk para que te haga la visita y no pagar la entrada ya que al parecer los guardias hacen la vista gorda, o alquilar una bici y entrar por uno de sus muchos caminos a ver qué pasa. Andando descartado, es una zona muy extensa. 

Yo opté por la tercera opción pero no llegué muy lejos. Prefería ir a mi aire, además me gusta andar en bici, y es posible que el tuk-tuk me hubiese salido parecido de precio o más caro debido a que no lo comparto. Después de olvidárseme unas cuantas veces que aquí conducen por la izquierda me pararon en el segundo puesto de guardias que vi y me preguntaron si tenía entrada…pues no. Así que me enviaron por un camino donde había otro puesto y no tuve más remedio que entrar al museo a comprar la entrada. Que además no tenía cambio y se llevo todos mis billetes pequeños (lo que es un problema, porque pagar un bus de 30 LKR con un billete de 5000 o 1000 LKR como que no). Durante mi visita me pidieron la entrada como unas 5-6 veces así que no sé a quién se le ocurrió escribir en Internet que se puede probar a tu aire sin pagar. De todos modos, sí que es verdad que en “Sri Maha Bodhi” y en la estupa de “Ruwanwelisaya” no me pidieron el ticket. 

Jethawanaramaya dagoba

Una vez todo en regla empecé visitando la “Jethawanaramaya dagoba”, que con sus 120 metros de altura llegó a ser la tercera estructura más alta del mundo. Después me fui al norte del complejo, lo que más alejado quedaba y en esa zona vi los “Estanques gemelos” (Kuttam Pokuna”). Después me acerqué a ver la estatua de buda en posición Samadhi que se supone que es la más exquisita imagen de buda encontrada en Sri Lanka…Luego visité la dagoba de Abayagiri que es parecida a la de Jethawanaramaya pero más pequeña. 

Estanques Gemelos (el otro esta a la derecha pero es mas pequeño)

Buda Samadhi

Y ahí fue donde oí un ruido y de repente vi a monos corriendo a pocos metros de mi! Eche raíces en el suelo cuando de repente me acorde de lo que había leído sobre los monos de Asia, que si no enseñes comida o algún objeto brillante que te lo quitan o que a una compañera de mi madre visitando Sri Lanka le había mordido uno…Rece a quienquiera que quisiese oírme para ni se me acercaran. Siguieron su camino…

Y así seguí visitando otras ruinas como el refectorio/comedor principal del monasterio de Abayagiri y el estanque de los elefantes (parecido a los estanques gemelos pero mas grande)

Refectorio Principal

Decidí descansar un rato y compré un coco (este país está lleno de cocos) en uno de los puestos que había cerca. ¡Mi primer coco! Le hicieron un agujero y con una pajita me bebí lo que había dentro y luego con un machete lo abrieron por la mitad y comí la parte superficial. No está mal. 


El puesto lo llevaba Lamas (algo así sonaba al menos) y su esposa. Lamas me propuso llevarme a un templo situado a las afueras de la ciudad así que allí que nos fuimos en bici. El templo en cuestión se llama “Nellikulama” y realmente mereció la pena. Dejando el calzado en la entrada recorrimos un camino al cual un lado lo franqueaba toda una fila de monjes durante todo el recorrido hasta llegar a un alto. Allí nos metimos dentro de la roca donde había dos salas con varios budas. 


Después volvimos a la zona de las ruinas donde me despedí de Lamas y puse rumbo a los últimos dos lugares que iba a visitar: la stupa de “Ruwanwelisaya” y el árbol de Bodhi (Sri Maha Bodhi). La primera es la más antigua y grande stupa de Anuradhapura y el segundo es el segundo lugar más sagrado en Sri Lanka. Supuestamente en este último esta parte del árbol (o un árbol de la misma especie, no me ha quedado claro) bajo el cual Buda alcanzó la iluminación…Digo también supuestamente porque el árbol estaba en un alto rodeado de una muralla y las vallas, a las que llevaban unas escaleras, estaban cerradas. Ni me moleste en subir porque aparte de que no se podía entrar, eso hubiese supuesto cruzar descalza toda una zona de arena bañada por el sol que ardía de lo lindo y ya había tenido que sufrir bastante en la stupa de Ruwanwelisaya. 

Stupa Ruwanwelisaya

Arbol de Bodhi

A los lugares budistas sagrados hay que entrar descalzos (o con calcetines) sin gorra, con los hombros y rodillas cubiertos  y no puedes sacarte una foto dando la espalda al buda.

Deje muchos lugares sin ver, como todos los museos, pero realmente haría falta más de un día para ver todo. Me di por satisfecha después de 5 horas rondando y el sol pegando fuerte. Pensé que vería muchos turistas siendo patrimonio de la humanidad pero solo vi a 7…



INFORMACIÓN ÚTIL

Cambio: 1€=179’46 LKR

Transporte Negombo-Anuradhapura: hay muchas opciones para hacer este recorrido. Yo hasta el último momento no decidí como. Debe de haber un autobús directo pero no pasa por la estación de autobuses y no sabía por dónde lo hacía así que con ayuda de la casera finalmente decidí coger dos autobuses:
  • Bus Negombo-Kurunegala (3 horas, con muchas paradas): 94 LKR.
  • Bus Kurunegala-Anuradhapura (2’5 horas, uno cada 15 minutos): 140 LKR. 

Entrada ruinas: 3250 LKR (antes de ir siempre veía el precio solo en dólares, 25$, me llegó a entrar la duda de si se podía pagar en rupias). Creo que la entrada es gratuita en la Stupa Ruwanwelisaya y en el árbol de Bodhi.

Alojamiento: Lievi’s Tourist accommodation.

La verdad es que solo me pase por dos pero por internet tampoco encontré nada “barato”. 
  • Dirección: 319/1 Vidyala Mawatha, New Town (me tuvo que llevar un tuk-tuk porque no pude encontrar la calle en el mapa, 300 LKR).
  • Habitación doble con baño, ventilador, mosquitera y wifi: 1500 LKR/noche (a condición de que no usase el aire acondicionado y el agua caliente. Al principio me pidió 2000 LKR).
  • Web: en tripadvisor.
  • Email: lievisguesthouse@gmail.com
  • Telefono: 0773206073 / 0252222760
  • Alquiler de bici 1 u 8 horas: 300 LKR.
  • Comentarios: la habitación no tenía pegas. Lo único que llegaba muy poco wifi al estar alejada y entonces tenías que salir a la zona común. El dueño me ayudo con todo lo que le pedí (cambio de dinero a billetes más pequeños y búsqueda de la parada de un bus) y siempre con una sonrisa. 

sábado, 26 de octubre de 2013

Negombo


Después de un sueño reparador de unas 11 horas me dispuse a dar una vuelta por la ciudad. La verdad es que no tuve prisa por salir, para mí era como otro reto. Vale que todo había empezado el día anterior pero solo me había dedicado a coger transportes para llegar a un sitio al que dormir. Ahora ya era empezar a conocer Sri Lanka de verdad.

En realidad Negombo no tiene mucho que ver o hacer y seguramente la mayoría de los viajeros solo la utilicen para dormir una vez llegan al aeropuerto o para ir allí al día siguiente (no vería más de 10 turistas en todo el día). Pero yo como no tengo prisa y me apetecía relajarme un poco después de tantas horas de viaje, decidí dedicarle un día.

Teniendo la playa a unos 200 metros no me costó mucho decidirme a donde ir primero. Aunque no tenía nada de espectacular, había muy poca gente y me pareció una zona muy agradable.

Si hacéis click en las fotos se hacen más grandes

Llegó un momento en que ya no se podía seguir andando por la arena y había que volver a la carretera por la que no dejaban de pasar tuk-tuks (carritos de tres ruedas motorizados que funcionan como taxis), bicis y motos.  Y yo me vi respondiendo “hello” cada dos por tres a los que pasaban y me saludaban.
 
Niños felices con los pañuelos que les di

Así llegué al mercado de pescado de Negombo, uno de los más importantes del país. Yo me dejé caer sobre las 2 de la tarde y ya no quedaba mucha cosa pero por lo que he leído hacía las 6 de la mañana debe de ser un espectáculo digno de ver. Parte de la mercancía la exponen en la playa.


Cerca está el Fuerte Holandés que suena a mucho pero es muy poca cosa. Callejeé un rato más y para volver al hostal decidí hacer parte del camino por el Canal Holandés (Sri Lanka fue colonia holandesa).


Por último fui a ver la puesta de sol a la playa con “January” (“Enero” en ingles…), un viajero chino que se hospedaba en el mismo hostal que yo. De hecho éramos los únicos huéspedes. Durante la cena (los dos días cené en el hostal y si, picante pero comestible) January me enseño y contó el primer capítulo del comic que está escribiendo y le van a publicar en China. ¡Vaya talento!

Realmente fue un acierto quedarme en Negombo el primer día. Ciudad agradable igual que su gente (alguno demasiado agradable…) y en el hostal no pude estar más a gusto. 

Calle principal


INFORMACIÓN ÚTIL

Cambio: 1€=179,46 LKR

Alojamiento: Negombo Beach Hostel
  • Dirección: 112/3, Lewis place, Kudapaduwa, Negombo.
  • Habitación doble con baño privado, mosquitera, ventilador, wifi y desayuno: 500 INR (al principio me pidió 1000 INR).
  • Desayuno: pan bimbo tostado, mantequilla, mermelada y té. 
  • Web: se puede encontrar en www.hostelworld.com.
  • Teléfono: 0777920430/0776025481
  • Cómo llegar: bus nº905 desde la estación de autobuses (15 INR). A media hora andando de la estación de bus/tren.
  • Comentarios: la dueña es muy agradable. No sabía muy bien como ir a mi siguiente destino y llamo a un amigo suyo para que me explicase y me trajo incienso a la habitación para los mosquitos. Ambas cosas sin pedirlas. Al haber solo otro huésped me ofreció la única habitación doble que tiene al precio (enseguida me bajo de 1000 a 500, regatear no es mi fuerte) de lo que según la página web de hostelworld me costaría una cama en una habitación de 10 camas. Además cocina muy bien. Las dos noches cené en el hostal. Ambas cenas por 300 LKR. También me preparó té las dos tardes. Aunque cuando le respondí que posiblemente me alojase allí otra vez el último día, me devolvió 100 LKR de menos y me dijo que me los descontaría cuando volviese...


viernes, 25 de octubre de 2013

Llegada a Sri Lanka


Necesite unas 33 horas para llegar a Sri Lanka desde que salí de mi casa, lo que se traduce en 1 hora en coche, 4 en tren, 4 vuelos y esperas en los aeropuertos. Un viaje muy largo pero se me hizo menos pesado de lo que pensaba que iba a ser.

Hubiese sido fácil que algo se torciese con tanto transporte pero la verdad es que fue todo como la seda, todos a su hora. El único sitio donde me hicieron sufrir un poco fue en Dubai, en el mostrador de facturación de Qatar Airways. Allí la mujer del mostrador me pidió el billete de avión de salida de Sri Lanka a la India, me preguntó si la ciudad a la que vuelo en la India estaba realmente en la India, y cuando le dije que no tenía todavía el visado de la India contestando a su pregunta, me dijo que lo tenía que tener ya. ¿Qué?? Le comenté mi intención de conseguirlo en Sri Lanka y ahí hizo una nueva llamada para averiguar si era posible. Menos mal que la persona con la que hablaba  tenía la misma información que yo.

Lo primero que hice al llegar al aeropuerto después de recuperar mi mochila fue sacar dinero. A pesar de que el banco de la tarjeta que tengo (EVO) no me cobra comisiones por sacar dinero del extranjero, los bancos del extranjero son libres de cobrártela y eso parece ser que fue lo que pasó, a pesar de que en ningún momento me avisó de ello. Por suerte creo que solo fue alrededor de 1€. El cambio fue 1€ = 179,46 LKR.

Después me compre una tarjeta sim y finalmente salí a las calles de Sri Lanka a encontrarme con el calor y sin saber exactamente como llegar a Negombo, mi primer destino.

A pesar de que es el aeropuerto de Colombo, la capital, normalmente los viajeros prefieren alojarse en Negombo, una ciudad costera más cercana que Colombo (poco o nada que ofrecer según dicen) con alojamiento mucho más asequible.

No tenía muy claro como llegar a la ciudad pero quería hacerlo en transporte público, así que rechazando las ofertas de los taxistas y preguntando, me fui calle abajo y por fin encontré el bus que buscaba…que estaba a tope, pero entré.

Al parecer aquí no se paga directamente al conductor del autobús ni compras el billete en un mostrador. Te subes al bus y cuando se pone en marcha otro hombre va pidiendo el dinero. Una vez en la estación principal de Negombo, tomé otro autobús a la zona de Lewis Place que es donde están la mayoría de los alojamientos.

Aunque no tenía reservado alojamiento sí que tenía un par fichados. El autobusero me avisó donde tenía que bajarme después de pedirle el favor y así fue como encontré mi primer alojamiento de este viaje por Asia.

Así que he llegado sana y salva, ¡sin problemas!

Puesta de sol en Negombo






























INFORMACIÓN ÚTIL

-Cambio: 1€ = 179,46 LKR

-Tarjeta sim de la compañía Dialog. Me costó 1300 LKR. Dentro de esa cantidad están incluidos 850 LKR para llamadas y mensajes. Contrate también internet para el móvil para un mes, 1’5 GB por 300 LKR (que lo incluí dentro de los 850 LKR por lo que se me quedo 550 LKR para llamadas), nada mal. Me dijeron que llamar a España cuesta 22 LKR/min. Si se quiere también el pincho para poder tener internet en el portatil, cuesta 3600 LKR. 

-Bus aeropuerto-Negombo. Bajando unos 800 metros por la carretera del aeropuerto hacia el sur y luego girando a la izquierda unos 300 metros, está el autobús nº240 que por 30 LKR (según la dueña de mi alojamiento deberían ser 20 LKR) te lleva hasta la estación de autobús de Negombo. Allí cogí el bus nº905 (justo al final de la estación) que por 17 LKR (al parecer deberían ser 10 o 15 LKR) me dejo al lado de mi hostal en Lewis Place.

viernes, 18 de octubre de 2013

Cuenta atrás

No fue hasta ayer, una semana antes de irme, cuando por fin pude empezar a concentrarme 100% en este gran viaje. Por supuesto, soy consciente todos los días desde hace mucho de ello pero estaba lejos de asimilarlo realmente y a penas ahora empiezo a hacerlo. En menos de 6 días dejaré atrás todo lo que conozco, mi gente, mi cultura, mi hogar…para vivir algo que para bien o para mal seguro que va a ser inolvidable. Se me forma un nudo en el estomago solo de pensarlo, por la incertidumbre, la emoción…¡Ni yo lo sé bien!

Me pregunto si seré capaz de viajar durante unos 6 meses, de aguantar el calor que no se me da nada bien, de sobrellevar la crudeza de la India y a todos los que me vean como un dólar andante, de acostumbrarme a la comida picante, de soportarme solo a mi misma durante tanto tiempo…

Quiero descubrirlo, de eso no tengo ninguna duda, eso y muchas cosas más. Dentro de 134 horas pondré rumbo al este, rumbo al mundo y lo estoy deseando.