viernes, 31 de enero de 2014

Railay

Deje Koh Tao en un ferry nocturno pudiendo dormir algo en un colchón en el suelo, entre el vaivén del barco y el ruido del motor. Después un minibús, un bus y finalmente una lancha me dejó por fin en Railay Este.

Railay está en la costa en tierra firme pero debido a las grandes rocas que lo rodean solo se puede llegar por mar. Lo que lo convierte en un lugar bastante aislado.

En total son un conjunto de cuatro playas: Ton Sai, Railay Oeste, Railay Este y Phra Nang. Los mochileros se alojan en Ton Sai que es donde está el alojamiento más económico. Así que ese fue mi destino. Pero la lancha nos dejó en Railay Este y tuve que caminar un buen rato bosque a través, más cuestas, más mal camino durante un rato hasta llegar a la zona de Ton Sai.

Fuente: www.railay.info

En Ton Sai se podría decir que hay solo tres caminos, de tierra, con unos cuantos restaurantes, supermercados y alojamientos. Los precios de los restaurantes y del supermercado son bastantes más altos que el resto del país (siempre que no sean islas donde los precios también suben). Pero merece la pena pasar al menos un par de días en este lugar apartado del resto del mundo.

Las formaciones rocosas de las playas tienen tal forma que al parecer las hace ideales para escalar así que siempre hay algún viajero con arnés, cuerda y mosquetón en ello.

El mar no tiene esa agua cristalina que hay por ejemplo en Koh Tao pero igualmente tiene un color bonito que junto con el entorno lo convierte en un paisaje precioso.

Ton Sai con marea alta

Lo malo, y que me dejó totalmente sorprendida, es que a la tarde la marea baja mucho lo que deja al descubierto un montón de rocas y hace que sea imposible bañarse en Ton Sai. Pero esta situación también posibilita que se pueda pasar por las rocas (aunque hay que tener cuidado que resbalan) a la playa de Railay Oeste donde todavía queda una zona donde bañarse un poco.

Ton Sai con marea baja
Railay Oeste
Railay Oeste y muy al fondo Ton Sai

Y a partir de ahí todo va en cadena. Desde Railay Oeste se puede pasar por el interior a Railay Este. Aquí el fenómeno de la marea baja es tan sorprendente con en Ton Sai: un paisaje completamente diferente. Aún así, no es una buena playa con marea alta tampoco porque no hay arena donde ponerse.


Desde Railay Este se puede ir hasta la playa de Phra Nang considerada, al parecer, la más bonita de todas. Puede ser. Las formaciones rocosas aquí también son para admirar. Además, es donde mejor se queda el panorama para bañarse con marea baja.


Después de visitar todas las playas el primer día, el segundo día decidí quedarme en la de Ton Sai por cercanía y porque tenía fichado un lugar con sombra bajo varios árboles. De las pocas sombras que hay.

Una barca-tienda en Phra Nang 

Dos días allí me parecieron suficientes aunque tengo que admitir que no tenía muchas ganas de seguir en la cabaña de madera y bambú que tenía como alojamiento que no me dejaba relajarme del todo alerta como tenía que estar por los bichos…Aunque en realidad tenía su encanto también despertarse por la mañana con centenares de rayos de sol entrando a la habitación o sentarse en la terraza por la mañana, en medio del bosque con los ruidos de la naturaleza.





INFORMACIÓN UTIL

- Cambio: 1€ = 43’2 baht

- Billete combinado (ferry + bus + barca) Koh Tao-Surat Thani-Krabi-Railay: 850 baht

- Restaurante “Mama’s Chicken” en Ton Sai: el restaurant más asequible económicamente de todo Railay al parecer. Muy popular y con buena comida.

- Alojamiento: Sai Thong Resort

  • Dirección: a 450 metros de la playa de Ton Sai. Desde Railay Este, si bordeas por el interior hacia Ton Sai, son los primeros bungalows que te encuentras después de llevar un rato andando por el bosque.
  • Habitación doble con ventilador, mosquitera y baño privado: 300 baht
  • Página web: www.krabirailay.com/hotel/SaiThong/index.asp 
  • Comentarios: bueno, esto sí que es básico y no los alojamientos que así he calificado hasta ahora. Es un pequeño bungalow hecho de madera y bambú (creo. No sé bien que material es ese) con espacio solo para la cama y el pasillo que lleva al baño que no tiene puerta. Las paredes son de bambú con miles de rendijas y el suelo son tablones de madera con su bien distinguida rendija entre ellas. Los bungalows están en medio del bosque por lo que se oyen todos los ruidos de la naturaleza. El baño no tiene lavabo y agua caliente tampoco, claro. Hay toallas. En la habitación hay una silla con un ventilador encima. Pero solo hay electricidad a partir de las 6pm. Tiene una pequeña terraza con una silla. No hay wifi. Por 150 bahts puedes dormir en una tienda de campaña que te dan. 






domingo, 26 de enero de 2014

Relajándome en la isla de Koh Tao

Antes de llegar a Koh Tao estuve un par de días en Calcuta y un día en Bangkok, ya en Tailandia. Pero como voy a volver a ambos, ya escribiré más adelante sobre ellas.

Aunque tengo que decir que al poco de llegar al centro de Bangkok ya note la gran diferencia respecto a India: buenas carreteras, los vehículos no pitan, tráfico organizado, semáforos, nadie me miraba, entras o miras desde fuera cualquier tienda y los vendedores no te suelen decir nada, tampoco cuando pasas por la calle, muchas veces los precios están puestos, muy buen tiempo…

Definitivamente había acertado eligiendo Tailandia para descansar durante unas semanas. Eso sí, más caro que la India pero es que no creo que hay país más barato que India y aparte…todo no se puede tener no? jeje.

Pero vamos, Bangkok podía pintar muy bien pero mi idea de descanso no era una gran urbe así que la misma noche del día que llegué, cogí un bus rumbo al sur. Ocho horas después llegué al puerto de Chumphon y allí un ferry de unas dos horas y media a la isla de Koh Tao. ¡Por fin empezaba mi tiempo de relax!


Koh Tao, que significa Isla Tortuga, es una isla muy pequeña en el Golfo de Tailandia de apenas unos 1400 habitantes. No muy lejos están las isla de Koh Phangan y Koh Samui más grandes y al parecer más turísticas. Muchos de los viajeros que vienen a Koh Tao es para sacarse algún curso de submanirismo porque debe de ser de los lugares más baratos del mundo para hacerlo.


Hay varias zonas de playa para alojarse. Yo me quedé en la zona del puerto por cercanía a la llegada más que nada.

Lo normal para moverse por la isla es alquilar una moto pero como yo no tengo ni idea de conducir una (aunque no parecía muy difícil) y tampoco me pareció el momento de aprender, pues decidí recorrerla andando. Cada día una playa diferente.

El día que llegué tocó la playa de la bahía de Mae Haad (la zona del puerto) y las dos pequeñas calas de “Sai Nuan”. La primera quedaba a dos minutos andando de mi alojamiento y estaba genial para empezar o acabar el día. En esta ya se puede ver un poco ese color turquesa transparente tan bonito. No tiene ni una sola ola y lo malo es que aunque me adentré unos cuantos metros no cubre más de la cintura.


Y yo pensando que el agua estaría calentita…pero cuesta un poco meterse aunque luego se está muy bien.

Después me fui a ver las playas de “Sai Nuan”. Solo se puede llegar andando y el camino pasa a través de resorts (que al principio me alarme un poco pensando que me había colado dentro de uno) con unos bungalows….algunos con su propia piscina y todo. Las calas pequeñas, sin olas y tranquilas. Si lo que quieres es aislarte del resto de la isla, esta es tu zona.


Al día siguiente me fui hasta el mirador de Nagyuan en el norte de la isla. Por el camino se pasa por el pueblo de Sairee y su playa, la más larga de toda la isla y diría también que donde está el ambiente más fiestero. El último tramo hasta el mirador es cuesta arriba hasta que te encuentras con el resort de Dusit Bancha. Resulta que para llegar al mirador hay que atravesar este pedazo de resort y su restaurante. Por suerte no hay problema en no pedir nada y estar en las rocas. Desde aquí se ve la más pequeña isla de Nagyuan, bueno, más bien dos islotes unidos por una franja de arena. Aunque pensaba que la vista sería mejor.


Y bueno, ya que no iba a hacer nada de buceo, a la vuelta del mirador me compre unas gafas y un tubo de buceo en Sairee y me fui a hacer snorkel. La playa de Sairee no está marcada como zona de snorkel pero unos metros mar adentro sí que hay corales. Seguramente no será gran cosa pero como yo nunca había hecho snorkel me pareció de los más interesante lo que veía!


El tercer día me encaminé hacia el sur de la isla, a la bahía de Chalok Baan Kao. Y aunque primero quería ir al mirador de John-Suwan Mountain, por el camino entreví la bahía y ya prometía. Llega un punto en el que solo se puede seguir andando y el camino por el bosque no es muy bueno pero merece totalmente la pena cuando se llega arriba. ¡Vaya vista! Me quedé maravillada. Lo que mi mente entendía por paraíso estaba ahí abajo.  A un lado la bahía de Chalok y al otro la bahía de Thian Og.

Bahía de Chalok

Bahía de Thian Og

Nada más bajar del mirador fui a “Freedom Beach”, una pequeña cala que da a la bahía de Chalok. Aquí las aguas están muy tranquilas también pero te llega a cubrir del todo. De las mejores playas entre las que estuve.  


Después me quede un buen rato en la principal playa de la bahía pero la marea estaba muy alta (aunque no sé si yo si cambiara mucho a lo largo del día) y no quedaba prácticamente nada de arena.

El cuarto día fui hasta la bahía de Tanote, al este de la isla. Pero entre que ya de por sí estaba algo lejos, me confundí de carretera y tuve que andar más, las cuestas para arriba y luego para abajo con mucha pendiente y el calor…llegué agotada. No recomiendo hacer andando este camino.

La playa en sí es la más ancha de las que visité y aquí ya sí el mar es algo más movido. El agua no tiene ese color transparente pero es bonita. Cerca de la orilla, en medio del mar, hay una gran roca a la que se puede subir por una cuerda y tirarse al agua desde la cima. Hubo unos cuantos valientes.


Aquí el snorkel fue emocionante porque en una zona me encontré con peces muy bonitos: amarillos, de colorines y hasta fosforitos!

En el camino de vuelta un californiano se apiado de mí y se ofreció a llevarme en su moto una buena parte. ¡Qué suerte!

El quinto y último día, lo deje para una playa con la que tenía bastantes expectativas, la de la bahía de Aow Leuk, al este de la isla también. Pero me llevé bastante decepción. La playa no era de arena si no de piedrecitas, en la orilla había bastante basura (aunque más tarde una extranjera se dedicó a recogerla y meterla en una bolsa de plástico) así como flotando cerca junto con bastantes algas y el mar estaba muy bravo. Y aunque estuve unas tres horas allí no me metí. Eso sí, cuatro personas contadas en la playa.


Este día también tuve suerte y a la vuelta me llevo un francés hasta el puerto.

Definitivamente sentí que había acertado con Koh Tao. Es una isla muy tranquila y aunque se ven más extranjeros que locales, las playas no están nada masificadas. Además, los lugareños son muy amables.



INFORMACIÓN UTIL

- Cambio: 1€ = 43’2 baht

- Billete combinado barco + ferry Bangkok-Koh Tao: 1050 baht
  • Agencia: Lomprayah (Songserm es algo más barata)
  • Web: www.lomprayah.com
  • Dirección: 154 Rambutri Road, Bangkok

- Alquilar moto: 150 o 200 baht/día

- Gasolina: 50 baht/litro

- Gafas y tubo para snorkel: 150-300 baht. En las tiendas los venden por 250-300 baht pero en la calle peatonal de Sairee Beach hay un puesto con libros que vende las gafas y el tubo por 150 baht.

- Alojamiento: Tao guesthouse (recepción en Beach Bay Villa que está en frente)
  • Dirección: en la zona del puerto. Cuando llegas en ferry y sales a la calle principal, girar a la derecha y seguir unos 20 metros pasando el muelle de Songserm. En segunda fila de playa aunque no se ve.
  • Habitación doble con ventilador y baño privado: 300 baht
  • Comentarios: es difícil encontrar alojamiento por menos de 300 baht en la isla así que cuando lo vi anunciado me esperaba un cuchitril y con baño compartido pero para mi sorpresa fue una habitación simple pero muy decente con baño privado, tendedero y toallas. No tiene agua caliente ni papel higiénico. Tampoco tiene wifi.











“Triple B Bungalows” (pasando unos metros Tao gueshouse) y “Save Bungalows” (cerca del puerto, en la carretera que va hacia el sur de la isla desde el muelle de Songserm) tienen bungalows/habitaciones por 250 baht y aunque pregunté varios días en ambos, siempre estaban llenos. De todos modos y aunque no los vi, no tienen baño privado. Los baños compartidos de “Triple B” no eran muy allá (mejor el de Tao guesthouse) pero tiene wifi. En la zona de Sairee y la de Chalok vi después también algún cartel ofreciendo habitación por 300 baht. 

martes, 21 de enero de 2014

Un paréntesis en forma de Tailandia

Me habían advertido diferentes personas antes de llegar a la India: que si hay mucha suciedad, el caótico tráfico, gente por todas partes, te miran mucho…Incluso me llegaron a decir que se necesita alrededor de un mes y medio para adaptarte y no querer irte del país.

Un compañero de trabajo incluso me aconsejo que hiciese mi visita a Sri Lanka entre dos visitas a la India. Pero yo seguí con mi idea y compré el vuelo de España a Sri Lanka. Entonces me aconsejó que si India me llegaba a saturar, me fuese a Tailandia que era un acierto seguro. Y si a la primera no le hice caso, a la segunda sí que lo he hecho.

Después de tantos avisos sobre la India, llegué al país bastante alerta pero según iban pasando los días pensé que habían exagerado. Me pareció que lo llevaba bastante bien.

No me di cuenta hasta después de varias semanas en el país que India va haciendo mella poco a poco hasta que de repente explotas. Al menos en mi caso.

Es un país muy intenso y si, acaba saturando…agotando. Aunque eso de que hasta que no pasa un mes y medio te quieres ir…no ha sido mi sentimiento.

Aunque lo he adaptado, su tráfico me pone la cabeza como un bombo. Hay que tener diez ojos cuando se anda por la calle y para cruzar. Además de que cada vehículo pita cada unos cinco segundos y muchas veces me han dado ganas de parar a alguno y preguntarle por qué narices pita. En vez de indicar “cuidado”, es más bien como “ahí voy!!!!!”. Llega a crispar.


Y sabía que me mirarían pero nueve semanas siendo el centro de atención por donde paso... Además los indios no tienen sentido de la vergüenza. Se te quedan mirando descaradamente ya estén a menos de un metro de ti y si les devuelves la mirada fijamente en plan “deja de mirarme, estas siendo un maleducado”, no se suelen inmutar. Lo hice pocas veces y al final deje de hacerlo no fuese que se pensasen algo que no es…

Hay mucha basura por las calles en general. Si a eso le sumas que las vacas, perros y cabras campan a sus anchas y que hacen sus necesidades donde pillan pues durante tu viaje por la India el suelo se convierte en uno de los sitios favoritos de tu mirada, no vaya a ser que pises algo…


También acaba cansando el tener que regatear por todo, el que te intenten timar (y lo consigan muchas veces) cada vez que compras algo, el que cada pocos metros un taxista se ofrezca a llevarte, que los locales por la calle empiecen a hablar contigo muy amables para al final decirte que tienen una tienda o parecido, la gente que te pide dinero o algo para comer…Y qué decir de la incomodidad o malos ratos que he pasado cuando algunos locales querían un relación más intima.


¡Y también estaba cansada del frio! Vale, India será un horno a partir de abril pero en invierno en el centro-norte hace frío. En cuanto a temperatura no es excesivamente frio pero por alguna razón se siente muy frío, además de que no llevo ropa adecuada para ello. Lo peor es que aquí no existe la calefacción y en las habitaciones suele hacer también bastante frío.

Quizás de la impresión de que odio la India después de todo lo negativo que acabo de contar, pero no es así. Es verdad, desde mi punto de vista, todo lo que he dicho pero también lo es que es un país fascinante y que acaba enganchando.

Como digo en el título, Tailandia es un paréntesis. Un paréntesis de tres semanas para relajarme y descansar de la gran saturación que me ha provocado India. ¿Lo estará consiguiendo?




sábado, 18 de enero de 2014

Varanasi

Por suerte, después de Khajuraho, vino Varanasi. Ciudad especial donde las haya en la que no me hubiese importado quedarme algún día más.

Varanasi es conocida en español como Benarés y parece que la mala suerte de Khajuraho todavía me quería hacer un poco de compañía en esta nueva ciudad. Aunque solo a medias.


En el tren conocí a Goretti, Willy y Nayra: dos catalanes y una canaria. Como la zona turística queda un poco lejos de la estación de tren les pregunté si no les importaba que compartiese el taxi con ellos. Y ahí fuimos los cuatro. El hombre que nos cazó nos ofreció el viaje por 10 INR cada uno…bastante barato. Aunque yo le dije un hotel en concreto y mis acompañantes le dijeron que también querían ir a la zona vieja, él que iba de copiloto y el conductor nos llevaron a otra zona de la ciudad. Junto al río también pero a unos 2 km al sur del centro. La zona de Assi Ghat.

Mientras yo esperaba en el taxi con el conductor, el cazaturistas les enseñó a ellos varios hoteles por la zona pero no les convenció ninguno y luego se negó a llevarnos al centro porque decía que era imposible entrar con el taxi, que había que andar desde allí 25 minutos (supongo que estaba enfadado porque quizás al no quedarse en ninguno de los alojamientos que les enseñó, no se llevo comisión o algo así). La verdad es que se puso muy a la defensiva, levantando la voz y echando mentira tras mentira. Me dio pena por el conductor que me cayó muy bien pero me negué a pagar mi parte a ese impresentable.

Lo dejamos allí y desde la carretera principal cogimos dos bici-rickshaws al centro aunque enseguida me arrepentí por el esfuerzo que tenían que hacer…

Finalmente nos quedamos los cuatro en el mismo alojamiento y Goretti y yo decidimos compartir una habitación doble.

Los tres habían estado de voluntarios por unos 5 meses en la fundación de Vicente Ferrer  y ahora estaban viajando unas dos semanas por el norte de la India antes de pasar a Nepal y de allí a casa.

Ese día no dio tiempo a mucho más. Comimos y recorrimos las tiendas del centro, zona donde había bastante ambiente.

Al día siguiente, Nayra y Willy fueron por un lado y Goretti y yo por otro. Lo dedicamos a recorrer los ghats al norte del ghat principal, el de Dasaswamedh.


Los ghats, debido a su definición, están situados en la orilla del rio, en este caso el Ganges. Si, el mismo río que pasa por Rishikesh pero así como allí no me importaría meterme en un día caluroso, en Varanasi ni aunque me pagasen metería un dedo.

Y es que esta ciudad es famosa por las cremaciones que se realizan junto al río sagrado a donde van a parar todas las cenizas e incluso los cuerpos que no se pueden cremar como los de las embarazadas o niños.

Recorrer sus ghats es un auténtico espectáculo y entretenimiento. Los habitantes de la ciudad hacen allí su vida. En el río Ganges se bañan, lavan la ropa…incluso a alguno vi beber agua de él…y todo eso a tan solo unos metros de donde se producen las cremaciones. Increíble.



En este recorrido hacia el norte por los ghats, te encuentras inevitablemente con el ghat crematorio de Marnikarnika. A lo lejos ya adivinas que está ahí por el humo de las fogatas y el color gris que han tomado los edificios de alrededor debido a ello. Es un espacio abierto y cualquiera puede acercarse y mirar pero está completamente prohibido hacer fotos lo que es totalmente lógico y comprensible.

Aunque una foto desde lejos....

Y os aseguro que lo que se ve allí es imposible que te deje indiferente. Puedo describirlo sin entrar en los detalles macabros pero es algo que hay que ver con tus propios ojos.

Los cuerpos, cubiertos por una sabana, llegan por las calles de Varanasi cargados por varios locales ya que debido a la estrechez de sus calles ningún vehículo puede llegar a la zona. Lo llevan como en una camilla de bambú decorada con mucho colorido. Cuando llegan al crematorio, introducen la camilla con el cuerpo en el Ganges y luego lo situan encima de una pila de troncos de madera de diferente calidad de acuerdo a lo que ha podido pagar la familia. El terreno del crematorio tiene diferentes niveles: los más bajos son para las castas más bajas y los más altos para las más altas. Una vez en la pila, uno de los familiares del fallecido, que para ese momento se ha tenido que rapar la cabeza excepto un mechón en el centro, da vueltas alrededor de la pila como con un abanico largo en la mano. Después se ponen unos pocos troncos encima del cuerpo, se echa por encima como una masa o unos polvos para avivar las llamas supongo, se prende la madera desde la base y a esperar…

Varanasi es un lugar muy sagrado para los hindúes y muchos indios cuando ven su fin cerca van a esta ciudad a morir. Hasta que llega ese momento se alojan juntos a sus familiares en los edificios negruzcos alrededor del crematorio.

No estoy completamente segura de que todo lo que acabo de contar sea así 100% así que puede que este equivocada con alguna información.

Una vez llegamos a la llamativa mezquita de Alamagir volvimos hacia el centro por las estrechas calles del interior.

Por el camino visitamos el templo de Vishwanath o el Templo Dorado. Sus diferentes entradas están custodiadas por soldados armados. Los extranjeros solo podemos acceder por la entrada número dos pero antes hay que dejar en la taquilla (20 INR) la cámara y todo objeto electrónico o peligroso. Yo tuve que volver a guardar el usb y la tarjeta sim de Sri Lanka que lo llevaba en la cartera del pasaporte…te revisan a conciencia y no dejan pasar una.

De todos modos, no me pareció que mereciese mucho la pena entrar porque al no ser hindúes (al menos tuvieron el detalle de preguntar si lo éramos o no) no nos dejaron entrar al Templo Dorado y solo pudimos recorrer la calle principal con tiendas con ofrendas y entrar a un par de templos en el lado izquierdo.

A las 5:30pm volvimos al Dasaswamedh Ghat y cogimos sitio para ver la ceremonia de “Ganga Aarti”, la misma que vi en Rishikesh pero a la vez diferente. Esta ceremonia se hace diariamente en varios ghats pero la de Dasaswamedh es la más impresionante, concurrida y dirigida al turista. Y así como a la de Rishikesh no me pareció gran cosa, la de Varanasi la recomiendo completamente.

Durante una hora cinco locales, vestidos para la ocasión, en cinco tarimas fueron haciendo, sincronizados entre ellos, los diferentes pasos de la ceremonia mientras por los altavoces sonaba la música.



Pasear por los ghats también conlleva que te ofrezcan un trayecto en barca cada pocos metros. Todos nos lo ofrecían por 100 INR persona y hora. Al final contratamos una barca los cuatro por 250 INR/hora. Aunque una pareja argentina nos contó que lo hicieron cuatro por 100 INR/hora los cuatro.


En las guías recomiendan hacer el paseo en barca con la salida del sol pero los barqueros a los que preguntamos nos dijeron que mejor no porque estaba nublado y con niebla por las mañanas y que no merecía la pena así que hicimos un recorrido de dos horas empezando a las 12:30. Por suerte ese día no había ni una nube y pudimos ver la ciudad con sol. Fuimos desde Dasaswamedh Ghat hasta pasando un poco el ghat de Marnikarnika, el ghat crematorio. Después dimos la vuelta y, pasando por primera vez calor desde hacía mucho tiempo, fuimos hasta Assi Ghat. Por el camino vimos el otro ghat crematorio de la ciudad, el de Harischandra. En total 2 horas de recorrido. Muy bonito, recomendable e interesante ver desde la barca como los locales se bañan (ellos o a sus animales) o limpian la ropa en el Ganges.





Volvimos hacia el centro por los ghats hasta que llegamos al ghat crematorio. Allí estuvimos un rato volviendo a observar la impactante escena de cómo algunos cuerpos se convertían en cenizas y después seguimos hacia el centro por una calle interior.

Al día siguiente me despedí de Goretti, Nayra y Willy que se iban al aeropuerto a coger un avión a Kathmandu.

Ese día lo dedique a ver el campus universitario de Varanasi que es el más grande de Asia. Si, en google maps se ve gigante, parece incluso más grande que la propia ciudad, al norte. Dentro están los las universidades, los alojamientos universitarios e incluso el gran templo de Vishwanath construido por el fundador de la universidad. La zona es muy verde con muchos árboles y césped y me pareció más limpia que el resto de la ciudad.


Para regresar al centro volví a recorrer los ghats del sur y estuve un buen rato sentada en un ghat observando el ritual que un hombre estaba llevando a cabo mientras cantaba. Muy curioso. Luego presencié durante unos minutos la ceremonia del “Ganga Aarti” en ese ghat que era realizado únicamente por un hombre acompañado por un joven con una especie de tambor y un niño que sacaba sonido golpeando como a una sarten. Aunque los pasos que realizaba el hombre eran iguales a los de Dasaswamedh Ghat, en general no tenía nada que ver el uno con el otro.


Mi última mañana en la ciudad la dedique a sentarme en un ghat y observar el ir y venir de los locales. Cuando me iba ya hacia la estación de tren me encontré con Nadine, una valenciana que también se alojaba en el mismo alojamiento que yo en Pushkar, que casualidad. En realidad en Varanasi me encontré también con viajeros que había conocido en Khajuraho y en Orchha.




INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 84’67 INR

- Tren Khajuraho-Varanasi (clase “sleeper”, 14 horas): 235 INR

- Taquilla "Golden Temple": 20 INR

- Bici-rickshaw zona ghats-estación de tren Varanasi: 50 INR

- Tour en barca de 2 horas por el Ganges: 125 INR persona (4 personas en total)

- Para comer:
  •  “Mona Lisa Café”: buena comida y de lo más barato que vi. Wifi gratis. En Bangali Tola, calle interior que sale desde Dasaswamedh Ghat hacia el sur.
  • “Vaatika Café”: es popular por sus pizzas que a mí no me pareció nada especial (al menos la de espinacas y berenjena) y por su tarta de manzana con helado que esta increíblemente buena, riquísima. Esta en Assi Ghat.
  • “Blue lassi”: local muy popular donde solo se sirven lassis. Probé el multifrutas y muy bueno. Wifi gratis. En la calle “Kachaudi Gali”, en la zona de los ghats del centro.


- Alojamiento: Peace Home Paying Guesthouse
  • Dirección: D20/27, Munshi Ghat, Bengali Tola. Cerca de Dasaswamedh Ghat.
  • Habitación doble con ventilador, baño privado y wifi: 300 INR
  • Cama en habitación compartida (5 camas) con ventilador y wifi: 100 INR
  • Teléfono: 00919389601194
  • Web: http://www.peacehomevaranasi.hostel.com
  • Comentarios: habitación doble normalita pero amplia y limpia. El baño bien, con agua caliente. Si les pides te dan una toalla o más mantas sin tener que pagar más. Los dos primeros días no funcionaba su wifi y nos dieron la clave del del alojamiento de al lado aunque solo llegaba a nuestra habitación...A partir del tercer día funcionó su wifi. El dormitorio y baño compartido están bien también aunque solo había dos taquillas para cinco camas. Los dueños majos. Me invitaron a chai y a jugar con ellos a un juego parecido al billar. 




jueves, 16 de enero de 2014

Khajuraho, para olvidar.

Khajuraho ha sido uno de esos sitios que espero borrar pronto de mi memoria. Apenas estuve allí un día y medio pero fue más que suficiente. Lo único medio bueno fue mi alojamiento.

Ambos días estuvieron nublados, con frío y había llovido temprano por lo que las calles eran un barrizal. Además tuve la mala suerte de pasar tiempo con varios locales que hicieron mi paso por allí incomodo y/o decepcionante lo que hizo que mi desconfianza hacia los indios creciese y lo que es peor, que me desanimase. Por suerte ese sentimiento solo duro ese día. Y ya para rematar, no visite lo que hace famoso a este lugar.

Mis compañeros de compartimento en el tren

Khajuraho es un pequeño pueblo pero muy popular entre los turistas porque aquí se encuentran un conjunto de templos con esculturas con posturas de kamasutra. 

En realidad hay tres zonas de templos: los del sur, los del este y los del oeste. Yo visité los del sur y los del este aunque visto un templo, casi que vistos todos porque la estructura es la misma. Lo único que cambia un poco son las imágenes talladas. Todos los templos están rodeados por jardines muy bien cuidados sorprendentemente.

Los templos del oeste (y donde estas las imágenes de Kamasutra) los dejé para el final pero después de las malas experiencias que tuve, se me quitaron las ganas de verlos y decidí que ya había tenido suficiente de Khajuraho.

Hasta nunca.









INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 84’66 INR

- Rickshaw compartido Orchha-estación de tren Orchha (6 km): 20 INR

- Tren Orchha-Khajuraho (clase “second sitting”, 5 horas): 35 INR

- Rickshaw compartido estación de tren Khajuraho-Khajuraho (6-7 km): 10 INR

- Hay tres zonas de templos: los del sur, los del este y los del oeste. Solo hay que pagar entrada por los del oeste: 250 INR.

- Rickshaw compartido (3 pers) Khajuraho-estación de tren Khajuraho: 50 INR

- Alojamiento: Hotel Marble Palace
  • Dirección: en frente del mercado de Gole. A 250 metros al este del grupo de templos del oeste.
  • Habitación doble con ventilador y baño privado: 250 INR
  • Teléfono: 00917686274353 / 00917686274131
  • Email: palacemarble@hotmail.com
  • Web: www.hotelmarblepalace.com
  • Comentarios: Muy bien. La habitación y baño más occidental (junto con el de Jaipur) que he tenido hasta ahora. Cama cómoda y con sabanas! La ducha tiene cortinas y agua caliente. No tiene wifi pero tiene un ordenador con Internet gratis en recepción. No lo utilice. Amables los de recepción. Muy bien situado. Hubo bastantes cortes de luz.