miércoles, 30 de octubre de 2013

Sigiriya

Sigiriya quizás sea lo más conocido de Sri Lanka. Así a lo simple se trata de una gran roca de 200 metros de altura en medio de una llanura. A lo no tan simple, se trató de una fortaleza con un palacio en la cima, construido en el siglo V por el rey Kashyapa, del que hoy en día solo quedan los restos. Cuando el rey fue derrotado, Sigiriya se convirtió en un monasterio budista durante varios siglos.


Decidí madrugar mucho para intentar escapar un poco del calor cuando hiciese la visita así que a las 7:30 ya estaba en la estación de autobús para coger el que salía a esa hora. Supuestamente hay un bus cada media hora desde las 6:30 pero hasta casi las 8:30 no apareció uno. Media hora más tarde ya estaba allí y me encamine hacia el complejo con un polaco que había venido en el mismo bus. Venía de la India y dijo que una y no más…miedo me da.

Sigiriya es la entrada más cara de todo el país, ¡nada menos que 22 euros! A 2 km al norte está la roca de Pidurangala y la ponen como alternativa a Sigiriya si no quieres pagar ni una mínima parte de lo que vale ésta. No supe muy bien que hacer hasta el último momento pero finalmente me decidí por pagar esa abusiva cantidad de dinero.

Primero fuimos a ver el museo que esta fuera del complejo pero demasiado espacio para poca cosa y realmente creo que se puede saltar. Después ya nos encaminamos hacia la roca a través de unos jardines que también son de la época del palacio.


Pronto seguí sola la ascensión porque el polaco tenía prisa y mi paso era más lento. ¡Como apretaba ya el calor a esas horas! Me pregunto cómo subirían en la antigüedad hasta la cima porque parte del recorrido es a través de escaleras metálicas que han puesto de cara al turismo.


El camino pasa por una cueva con pinturas en sus paredes.


Y así se sigue subiendo hasta que se llega a una explanada donde descansé un poco para subir el último tramo franqueado por dos zarpas enormes de león.


Una vez arriba aparecieron las ruinas del antiguo palacio y por supuesto las vistas que conlleva estar a 200 metros de altura: increíbles, pero venía de la experiencia de Mihintale así que quizás no me sorprendió tanto como lo hubiese hecho de no haber visto Mihintale primero.

Foto de Google


Roca de Pidurangala a la derecha 

La bajada fue más fácil pero las piernas seguían sufriendo de la subida. Cogí un autobús de vuelta a Dambulla en el mismo sitio donde me dejo el de ida.

El día anterior a última hora había decidido quedarme finalmente solo una noche en Dambulla y no dos como había quedado en el alojamiento. Por una parte no me apetecía nada pasar otra noche en la habitación con insectos y por otra se me quedaba la tarde totalmente libre y Dambulla a parte de las cuevas no tiene nada más. La dueña no me puso pegas así que cuando volví de Sigiriya, recogí mi mochila me despedí y ¡puse rumbo hacia mi próximo destino!


INFORMACIÓN ÚTIL

Cambio: 1€ = 179,46 LKR

Bus Dambulla-Sigiriya (30 minutos): 32 LKR y mismo precio a la vuelta.

Entrada Sigiriya: 3900 LKR/30$/22€


2 comentarios:

  1. El precio es un poco abusivo pero las vistas son espectaculares y la roca en si también así la zona mas elevada. Un gran handicap... el vertigo, imposible para quien lo padezca. Yo me habría ahorrado ese dinero...

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  2. jaja y alguna que otra montaña también te hubieses ahorrado ;)

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