Cuando empecé a mirar vuelos de
vuelta desde Katmandú, vi que después de Londres el billete más barato era a
París. Desde allí a la frontera de España, de la que vivo a una hora y media en
coche, hay muchos trenes diarios así que decidí volver a casa de esa forma.
A mi madre le gusto, una vez más,
como sonaba París y no espero a verme en España y se vino así que pasamos allí
cuatro días. Esta era la cuarta vez que visitaba la capital francesa y nada
menos que la tercera con mi madre.
Quizás porque es el primer lugar
al que viaje fuera de España pero París tiene algo especial y creo que nunca me
cansaría de visitarla. Aunque en esta ocasión igual por el mal tiempo o porque
no me encontraba bien lució menos de lo esperado.
Después del reencuentro y
descansar un poco fuimos a ver la basílica del Sagrado Corazón que quedaba muy
cerca del hotel. De las tres veces anteriores solo la había visto la primera,
hacía ya 11 años y me volvió a sorprender. No la recordaba tan grande y bonita.
Lo que me sorprendió para mal fue los vendedores tan agresivos que nos encontramos
en el camino y en la entrada. Pensaba que esa parte se había quedado en Asia…
A pocos metros de la basílica se
encuentra la Plaza de los Pintores, tan fotogénica aunque masificada.
Y ahí se acabó mi día porque
empecé a sentirme tan mal que decidí volver al hotel y descansar. Pero allí
empeoré y finalmente decidimos llamar a un médico que vino a verme. Me receto
unos medicamentos, reposo y no comer nada o poco. A partir de entonces fui
sintiéndome mejor poco a poco.
En París sentí más raro volver a ponerme este tipo de ropa que volver a la "civilización" |
A la mañana siguiente descansamos
en el hotel y a la tarde fuimos a ver una zona que nos gustó mucho la segunda
vez: el barrio de La Defensa. Es uno de los distritos de negocios más
importante de Europa y está formado por una explanada rodeada de rascacielos,
un centro comercial y el gran Arco de la Defensa ante el que no puedes dejar de
asombrarte.
Desde allí fuimos andando hasta
el Arco del Triunfo pero estaba muy poco fotogénico de obras. Mi cuerpo ya
había tenido suficiente por ese día.
El Arco del Triunfo en obras al fondo |
El tercer día, con la lluvia de
acompañante, tocó la explanada y jardines de Trocadero, la Torre Eiffel, el
Palacio Nacional de los Inválidos, la Plaza de la Concordia, la Iglesia de la
Madeleine y la Opera Garnier. Todos por fuera excepto la iglesia.
Y el último día el original
Centro de Pompidou, la Catedral de Notre Dame, el barrio latino, los jardines y
palacio de Luxemburgo y el Panteón.
Por fin pudimos ver el Panteón
por dentro ya que la otra vez nos quedamos con las ganas porque por alguna
razón que no recuerdo estaba cerrado. Mereció la pena. Es enorme y se puede
visitar también la cripta donde descansan los féretros de unas 70
personalidades de la historia francesa.
Para los miembros de la Unión
Europea menores de 26 años, todas las atracciones importantes (la Torre Eiffel
no) y museos en Paris son gratis.
Volver a mi civilización en Paris
fue menos impactante de lo que esperaba aunque llegar a mi barrio y luego a mi
casa sí que se me hizo más extraño. Es todo tan diferente de aquellos países
que he visitado en Asia. Aún así me volví a adaptar más rápido de lo que
pensaba. Por supuesto contenta de volver a ver a los míos pero por momentos parecía
que nunca me hubiese ido. Todo seguía igual.
La fiebre tifoidea me dio un
falso sentimiento de bienestar durante las siguientes dos semanas a mi llegada
a casa pero luego empecé con fiebre y estuve una semana con ella hasta que los
resultados médicos dieron con la bacteria y pudieron ponerme antibiótico. Ya
estoy 100% recuperada y con ganas de seguir dando guerra así que a finales de
septiembre, cuando termine de trabajar, retomo la aventura!!
Durante estos seis meses de viaje no ha sido ni mucho menos todo de color de rosa. He tenido momentos de bajón, de soledad, de antisocial, situaciones desagradables...pero la mayor parte del tiempo me he sentido bastante bien y por suerte no he tenido ningún problema grave (de hecho he tenido muy pocos problemas). Además, lo que me he llevado ha sido tanto que compensa con creces esos momentos no tan buenos: los lugares que he visto, la gente que he conocido, las situaciones que he vivido, lo aprendido, conocerme mejor, ese sentimiento de libertad y cero preocupaciones inigualable...
Próximo destino Malasia y de allí el
resto del Sudeste Asiático durante unos siete meses. Además, las primeras dos
semanas estaré acompañada por mi madre!
Septiembre 2015: finalmente no retome la aventura. Un día del verano de 2014 mi vida empezó a girar hasta que de repente lo hizo 360 grados. La pérdida de mi padre es el golpe más duro al que he tenido que enfrentarme en esta vida. Y aunque en su momento y durante mucho tiempo me pareció que mi mundo no giraría otra vez, finalmente empece a ver más allá. Aposté por un viaje. A pesar de todos mis miedos. Pero en cuanto puse un pie fuera del aeropuerto sentí que empezaba a ganar. Colombia fue un viaje sanador. Allí empecé a girar otra vez. Y desde entonces poco a poco he ido recuperándome a mi misma. Nuevas metas y nuevos viajes están por venir. Pronto vuelvo a dejar mi tierra y me voy lejos por una buena temporada. Para seguir avanzando en el Camino de la Vida.
Septiembre 2015: finalmente no retome la aventura. Un día del verano de 2014 mi vida empezó a girar hasta que de repente lo hizo 360 grados. La pérdida de mi padre es el golpe más duro al que he tenido que enfrentarme en esta vida. Y aunque en su momento y durante mucho tiempo me pareció que mi mundo no giraría otra vez, finalmente empece a ver más allá. Aposté por un viaje. A pesar de todos mis miedos. Pero en cuanto puse un pie fuera del aeropuerto sentí que empezaba a ganar. Colombia fue un viaje sanador. Allí empecé a girar otra vez. Y desde entonces poco a poco he ido recuperándome a mi misma. Nuevas metas y nuevos viajes están por venir. Pronto vuelvo a dejar mi tierra y me voy lejos por una buena temporada. Para seguir avanzando en el Camino de la Vida.
Fuiste la viajera mochilera que me empujó a hacer el viaje que estoy viviendo ahora: un viaje por el sudeste asiático sin vuelta, sola.
ResponderEliminarTu blog me inspiró un montón y lo llevo siguiendo desde hace más de un año, aunque no lo actualices tanto.. Espero de verdad que tu vida haya vuelto a girar y el dolor inicial de la pérdida de un ser querido se haya marchado.
Ahora que estoy viajando sola, leeo tus palabras y me siento muy identificada, aunque no vayamos a hacer la misma ruta los sentimientos son los mismos.
Te deseo mucha suerte, y muchos próximos viajes de los cuales nos tengas informados, porque de verdad que cada uno de tus post están repletos de información valiosísima, mejor que la lonely planet!
Saludos
Hola, te agradezco de verdad tus palabras.
EliminarMe alegra saber que con este blog te he ayudado a dar el gran paso para realizar tu viaje, así como lo hicieron otros blogs conmigo. Espero que también te este resultando una experiencia increíble. Con sus más y sus menos pero que cuando vuelvas puedas decir sin dudar que mereció la pena!
Ojala algún día pueda seguir tus pasos y llevar a cabo ese viaje que tenía planeado por el sudeste asiático. De momento solo voy a hacer una breve parada en Bali de camino a las antípodas donde pasare unos meses! Y creo que volveré a escribir en el blog. Gracias por la motivación :)
Un abrazo y suerte con tu viaje!