domingo, 26 de enero de 2014

Relajándome en la isla de Koh Tao

Antes de llegar a Koh Tao estuve un par de días en Calcuta y un día en Bangkok, ya en Tailandia. Pero como voy a volver a ambos, ya escribiré más adelante sobre ellas.

Aunque tengo que decir que al poco de llegar al centro de Bangkok ya note la gran diferencia respecto a India: buenas carreteras, los vehículos no pitan, tráfico organizado, semáforos, nadie me miraba, entras o miras desde fuera cualquier tienda y los vendedores no te suelen decir nada, tampoco cuando pasas por la calle, muchas veces los precios están puestos, muy buen tiempo…

Definitivamente había acertado eligiendo Tailandia para descansar durante unas semanas. Eso sí, más caro que la India pero es que no creo que hay país más barato que India y aparte…todo no se puede tener no? jeje.

Pero vamos, Bangkok podía pintar muy bien pero mi idea de descanso no era una gran urbe así que la misma noche del día que llegué, cogí un bus rumbo al sur. Ocho horas después llegué al puerto de Chumphon y allí un ferry de unas dos horas y media a la isla de Koh Tao. ¡Por fin empezaba mi tiempo de relax!


Koh Tao, que significa Isla Tortuga, es una isla muy pequeña en el Golfo de Tailandia de apenas unos 1400 habitantes. No muy lejos están las isla de Koh Phangan y Koh Samui más grandes y al parecer más turísticas. Muchos de los viajeros que vienen a Koh Tao es para sacarse algún curso de submanirismo porque debe de ser de los lugares más baratos del mundo para hacerlo.


Hay varias zonas de playa para alojarse. Yo me quedé en la zona del puerto por cercanía a la llegada más que nada.

Lo normal para moverse por la isla es alquilar una moto pero como yo no tengo ni idea de conducir una (aunque no parecía muy difícil) y tampoco me pareció el momento de aprender, pues decidí recorrerla andando. Cada día una playa diferente.

El día que llegué tocó la playa de la bahía de Mae Haad (la zona del puerto) y las dos pequeñas calas de “Sai Nuan”. La primera quedaba a dos minutos andando de mi alojamiento y estaba genial para empezar o acabar el día. En esta ya se puede ver un poco ese color turquesa transparente tan bonito. No tiene ni una sola ola y lo malo es que aunque me adentré unos cuantos metros no cubre más de la cintura.


Y yo pensando que el agua estaría calentita…pero cuesta un poco meterse aunque luego se está muy bien.

Después me fui a ver las playas de “Sai Nuan”. Solo se puede llegar andando y el camino pasa a través de resorts (que al principio me alarme un poco pensando que me había colado dentro de uno) con unos bungalows….algunos con su propia piscina y todo. Las calas pequeñas, sin olas y tranquilas. Si lo que quieres es aislarte del resto de la isla, esta es tu zona.


Al día siguiente me fui hasta el mirador de Nagyuan en el norte de la isla. Por el camino se pasa por el pueblo de Sairee y su playa, la más larga de toda la isla y diría también que donde está el ambiente más fiestero. El último tramo hasta el mirador es cuesta arriba hasta que te encuentras con el resort de Dusit Bancha. Resulta que para llegar al mirador hay que atravesar este pedazo de resort y su restaurante. Por suerte no hay problema en no pedir nada y estar en las rocas. Desde aquí se ve la más pequeña isla de Nagyuan, bueno, más bien dos islotes unidos por una franja de arena. Aunque pensaba que la vista sería mejor.


Y bueno, ya que no iba a hacer nada de buceo, a la vuelta del mirador me compre unas gafas y un tubo de buceo en Sairee y me fui a hacer snorkel. La playa de Sairee no está marcada como zona de snorkel pero unos metros mar adentro sí que hay corales. Seguramente no será gran cosa pero como yo nunca había hecho snorkel me pareció de los más interesante lo que veía!


El tercer día me encaminé hacia el sur de la isla, a la bahía de Chalok Baan Kao. Y aunque primero quería ir al mirador de John-Suwan Mountain, por el camino entreví la bahía y ya prometía. Llega un punto en el que solo se puede seguir andando y el camino por el bosque no es muy bueno pero merece totalmente la pena cuando se llega arriba. ¡Vaya vista! Me quedé maravillada. Lo que mi mente entendía por paraíso estaba ahí abajo.  A un lado la bahía de Chalok y al otro la bahía de Thian Og.

Bahía de Chalok

Bahía de Thian Og

Nada más bajar del mirador fui a “Freedom Beach”, una pequeña cala que da a la bahía de Chalok. Aquí las aguas están muy tranquilas también pero te llega a cubrir del todo. De las mejores playas entre las que estuve.  


Después me quede un buen rato en la principal playa de la bahía pero la marea estaba muy alta (aunque no sé si yo si cambiara mucho a lo largo del día) y no quedaba prácticamente nada de arena.

El cuarto día fui hasta la bahía de Tanote, al este de la isla. Pero entre que ya de por sí estaba algo lejos, me confundí de carretera y tuve que andar más, las cuestas para arriba y luego para abajo con mucha pendiente y el calor…llegué agotada. No recomiendo hacer andando este camino.

La playa en sí es la más ancha de las que visité y aquí ya sí el mar es algo más movido. El agua no tiene ese color transparente pero es bonita. Cerca de la orilla, en medio del mar, hay una gran roca a la que se puede subir por una cuerda y tirarse al agua desde la cima. Hubo unos cuantos valientes.


Aquí el snorkel fue emocionante porque en una zona me encontré con peces muy bonitos: amarillos, de colorines y hasta fosforitos!

En el camino de vuelta un californiano se apiado de mí y se ofreció a llevarme en su moto una buena parte. ¡Qué suerte!

El quinto y último día, lo deje para una playa con la que tenía bastantes expectativas, la de la bahía de Aow Leuk, al este de la isla también. Pero me llevé bastante decepción. La playa no era de arena si no de piedrecitas, en la orilla había bastante basura (aunque más tarde una extranjera se dedicó a recogerla y meterla en una bolsa de plástico) así como flotando cerca junto con bastantes algas y el mar estaba muy bravo. Y aunque estuve unas tres horas allí no me metí. Eso sí, cuatro personas contadas en la playa.


Este día también tuve suerte y a la vuelta me llevo un francés hasta el puerto.

Definitivamente sentí que había acertado con Koh Tao. Es una isla muy tranquila y aunque se ven más extranjeros que locales, las playas no están nada masificadas. Además, los lugareños son muy amables.



INFORMACIÓN UTIL

- Cambio: 1€ = 43’2 baht

- Billete combinado barco + ferry Bangkok-Koh Tao: 1050 baht
  • Agencia: Lomprayah (Songserm es algo más barata)
  • Web: www.lomprayah.com
  • Dirección: 154 Rambutri Road, Bangkok

- Alquilar moto: 150 o 200 baht/día

- Gasolina: 50 baht/litro

- Gafas y tubo para snorkel: 150-300 baht. En las tiendas los venden por 250-300 baht pero en la calle peatonal de Sairee Beach hay un puesto con libros que vende las gafas y el tubo por 150 baht.

- Alojamiento: Tao guesthouse (recepción en Beach Bay Villa que está en frente)
  • Dirección: en la zona del puerto. Cuando llegas en ferry y sales a la calle principal, girar a la derecha y seguir unos 20 metros pasando el muelle de Songserm. En segunda fila de playa aunque no se ve.
  • Habitación doble con ventilador y baño privado: 300 baht
  • Comentarios: es difícil encontrar alojamiento por menos de 300 baht en la isla así que cuando lo vi anunciado me esperaba un cuchitril y con baño compartido pero para mi sorpresa fue una habitación simple pero muy decente con baño privado, tendedero y toallas. No tiene agua caliente ni papel higiénico. Tampoco tiene wifi.











“Triple B Bungalows” (pasando unos metros Tao gueshouse) y “Save Bungalows” (cerca del puerto, en la carretera que va hacia el sur de la isla desde el muelle de Songserm) tienen bungalows/habitaciones por 250 baht y aunque pregunté varios días en ambos, siempre estaban llenos. De todos modos y aunque no los vi, no tienen baño privado. Los baños compartidos de “Triple B” no eran muy allá (mejor el de Tao guesthouse) pero tiene wifi. En la zona de Sairee y la de Chalok vi después también algún cartel ofreciendo habitación por 300 baht. 

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