domingo, 16 de febrero de 2014

De voluntaria en Calcuta

Pero Calcuta fue más que solo otra ciudad India en mi viaje. Mucho más.

Después de tres semanas en Tailandia volví  a Calcuta donde ya había pasado dos días. Y lo hice con ganas porque lo qué había visto de la ciudad me había gustado y estaba muy ilusionada con lo que me esperaba. Además, al poco de aterrizar me di cuenta de que había echado de menos India. Si os digo yo que este país engancha a pesar de todo.

Hace casi cinco años estuve de voluntaria en Marruecos y después no sabía dónde ni cuándo pero sí que repetiría. Hasta que descubrí la congregación de la Madre Teresa de Calcuta: las Misioneras de la Caridad.

No importa si tienes 15 o 90 años, si eres de india o de la otra punta del mundo, si no tienes estudios o tienes cinco doctorados, si vienes para un día o para toda la vida. Lo que importa es que tengas ganas de ayudar y sonrisas y cariño de sobra para mujeres y hombres a los que la vida les ha dejado de sonreír (si alguna vez lo hizo) hasta que las Misioneras de la Caridad se cruzaron en ella.

Es muy fácil. Sin tener que avisar para nada antes, llegas a Calcuta y te buscas un alojamiento en la zona de Sudder Street o cerca de la Casa Madre (Mother House).

Para registrarte como voluntario tienes que ir con tu pasaporte al centro de Shishu Bhavan, localizado en el número 78 de la calle AJC Bose Road, a las 3pm los lunes, miércoles o viernes. Allí te darán una tarjetita que mejor lleva contigo todo el rato…

Aunque si eres una impaciente como yo que llegué un sábado y quería empezar ya el domingo, puedes ir directamente a la Casa Madre (54A AJC Bose Road) a las 7am, hora del desayuno, y allí una Sister te dará un pase de uno, dos o tres días hasta que puedas registrarte.

Cuando te dan el pase de día normalmente no puedes elegir a que centro ir pero una vez en el registro, te explican los diferentes centros en los que puedes trabajar y entonces si quieres puedes cambiar de centro. Está prohibido sacar fotos en los centros excepto en tu último día cuando después del desayuno te dan un pase para hacer fotos…siempre que enseñes tu tarjeta de registro y no se te olvide como me paso a mi…

Hay seis centros:

  • Prem Dan. Apto para mujeres y hombres. Solo por las mañanas. Es el centro más grande de todos con actualmente unos 200 hombres y unas 155 mujeres adultas que mentalmente y/o físicamente no están bien.
  • Nirmal Hriday/Kalighat. Apto para mujeres y hombres. Por las mañanas y por las tardes. Es el primer centro que abrió la Madre Teresa y allí viven unos 80 hombres y mujeres moribundos como al parecer se conoce entre los voluntarios aunque su estado es muy parecido a los de Prem Dan.
  • Shanti Dan. Apto solo para mujeres. Solo por las mañanas. En una zona viven mujeres adultas que no están bien mentalmente o emocionalmente y no pueden valerse por sí mismas y en otra zona viven mujeres jóvenes más o menos en las mismas condiciones. Creo que también hay una zona de niños.
  • Shishu Bhavan. Apto solo para mujeres. Por las mañanas y por las tardes. Aquí se alojan niños que tampoco están bien mentalmente y/o físicamente. También hay un dispensario pero piden al menos un mes de disposición.
  • Nabo Jibon. Apto solo para hombres. Solo por las mañanas. Centro de hombres y niños mentalmente y/o físicamente disminuidos.
  • Daya Dan. Apto para mujeres y hombres. Por las mañanas y por las tardes. En la planta baja hay chicos que no están bien física y/o mentalmente. Aquí se requiere estar de voluntario al menos un mes. En la primera planta niños en las mismas condiciones.

En todos los centros el 80% es lo mismo lo que se hace.

¿Y cómo es el día de un voluntario?

Pues el comienzo depende de lo religioso que seas, normalmente.

A todo esto, cuando decidí ayudar en esta congregación, aunque sabía que era católica/cristiana no pensé demasiado en este hecho ya que yo solo tomé en cuenta el querer ayudar. Así que me sorprendí bastante cuando descubrí que la mayoría de los voluntarios eran bastante creyentes...y cristianos/católicos. Todavía me preguntó cuándo fue el momento en que se me ocurrió preguntarle a una voluntaria malaya si era hindú…

Volviendo al tema. Las misioneras celebran todos los días a las 6am una misa de más o menos una hora de duración en la Casa Madre. Se es libre de asistir o no. Yo finalmente conseguí ir un día (es muy duro levantarse antes de las 6am, incluso antes de las 7am) porque quería presenciarla al menos una vez. Ese es el momento del día en que todas las misioneras de Calcuta se juntan, alrededor de unas 100 me pareció, con sus saris blancos con franjas azules, en frente de un sacerdote que oficia la misa y cantan juntas. Al menos una vez merece la pena acudir.

Una vez se acaba la misa, a las 7am se sirve el desayuno (no es obligatorio ir) en el piso de abajo para los voluntarios. Éste es muy básico pero suficiente: chai, plátanos y pan de molde. Es un buen momento para hablar y conocer a otros voluntarios.

A las 7:30am se ponen al frente la Hermana Merci Maria (la responsable de los voluntarios y que habla español) y normalmente una hermana coreana también y juntas junto con los voluntarios que las quieran secundar (para ello está puesto escrito en la pared) recitan un par de oraciones. Luego, a veces, la Hermana Merci Maria da algunos consejos a los voluntarios y finalmente llega uno de los momentos más emocionantes de esta experiencia! La canción de despedida a los voluntarios que ese va a ser su último día. Éstos se colocan en el centro y la verdad es que la primera vez que presencié lo que venía a continuación me quede un poco en shock pero luego no pude evitar emocionarme un poco, esa vez y todas las demás veces que oí y canté la canción dando palmadas junto con todos hasta que me toco a mí. Me parece realmente un momento único.

La letra de la canción es la siguiente y realmente no tiene mucho misterio pero como digo hay que vivirlo:

“We thank you thank you thank you, we thank you thank you thank you, we thank you thank you thank you from our hearts.

We love you love you love you, we love you love you love you, we love you love you love you from our hearts.

We miss you miss you miss you, we miss you miss you miss you, we miss you miss you miss you from our hearts”

La traducción resumida sería algo así como: “te agradecemos desde nuestros corazones, te queremos desde nuestros corazones, te echamos de menos desde nuestros corazones”.

Después se abre la verja de la sala que da a la calle y ya nos vamos juntando en grupos por centro y al poco en marcha!

A mí en el pase de día me asignaron el centro de Prem Dan (significa "Regalo de Amor") y allí seguí.


Oficialmente las jornadas de trabajo empiezan a las 8am hasta aproximadamente las 12pm. Aunque al menos, los de Prem Dan íbamos siempre andando y la media hora entre esquivar vehículos, gente, cruzar una calle principal y la vía del tren no nos la quitaba nadie así que normalmente solíamos empezar hacia las 8:30am.


Los hombres a la zona de los hombres al final, y las mujeres al principio en nuestra zona. No nos volvemos a ver hasta la hora de descanso. Al vestuario, dejar las cosas, ponerse una bata y a trabajar! Algunas voluntarias iban directamente dentro del edificio a ayudar y otras iban a la parte trasera a lavar ropa. Yo me encontraba en el segundo grupo.



Cuando aparecíamos las massis (nombre que utilizamos las voluntarias para llamar a las mujeres indias que trabajan en los centros. Ellas nos llaman “auntie”) ya han hecho la mayor parte del trabajo y la verdad es que no solíamos pasar más de media hora en esa parte. La ropa primero se hierve, luego se mete en un gran balde y con jabón se frota. Si hay alguna mancha que no quiere salir, se le da con el cepillo y más jabón. De ahí se pasa la ropa a un fregadero lleno de agua, de ese a otro y finalmente a otro más. Se escurre todo, se mete en cubos y a la azotea a colgar la ropa. Aquí, algunas de las mujeres (así me voy a referir a las mujeres que viven allí y ayudamos) nos ayudan en la tarea.



Después yo ya entraba en el edificio y normalmente llegaba cuando ya se habían apartado todas las camas, se había limpiado el suelo inundándolo de agua y jabón, y las massis y voluntarias estaban echando el agua para la calle o por desagües a escobazos. Me unía a ellas.

Las mujeres mientras tanto están sentadas en el patio recibiendo su medicación por parte de las hermanas.

Después o ayudaba a limpiar el suelo de la calle (Prem Dan es un gran recinto cerrado…y un remanso de paz entre la locura que de gente y tráfico que hay justo fuera) llevando cubos de agua a las massis o empujando el agua a escobazos, o bien me quedaba dentro del edificio.


Allí, una vez seco el suelo (muy rápido con los ventiladores) empezábamos a colocar otra vez las camas y a hacerlas con ropa de cama limpia. En Prem Dan otra cosa no, pero limpieza vamos, todos los días casi al milímetro. Cuando ya está todo listo, llega el momento de estar con las mujeres.

La mayoría se encuentran sentadas en un patio cubierto. Algunas en sillas, otras en el suelo sobre una esterilla. Éstas últimas, por alguna razón, se mueven andando en cuclillas o arrastrándose por el suelo. Muchas no hablan o lo hacen muy poco. Y que sepan ingles cuatro contadas. A algunas les falta alguna parte del cuerpo, otras están ciegas o sordas, otras no controlan su propio cuerpo, otras parecen que tienen la mente muy lejos de allí…



Todavía me acuerdo de la impresión que me dio el primer día una de las mujeres cuando la vi de lejos, con el rostro totalmente deformado por el ácido que por alguna razón le echó su marido. En vez de ojos tiene piel, le falta parte de la nariz y de los labios y de piel. Tiene heridas abiertas que le curan todos los días…y mientras el tiempo pasa, ella de 25 años, no para de balancear la cabeza de atrás hacia adelante. Quizás para intentar hacer el dolor más llevadero.

Mi primer día de voluntaria no paró de llover. Una de las mujeres me pidió que la acompañase al baño, cruzando la calle, dentro del edificio. Muy pequeñita ella, se movía de lado a pasitos minúsculos. Una de mis manos en la suya y en la otra el paraguas. Bajo la lluvia pensaba que no llegaríamos nunca.

Otra de las mujeres, que no hablaba y cuya mente no parecía estar allí mucho, me respondía siempre con una gran sonrisa desdentada cuando le dedicaba una. Qué alegría!

Pero en cambio que duro el día que me toco darle el chai a una mujer que esta siempre postrada en una cama. Con la mente ida y tumbada en la cama, una massi le giró la cabeza hacia mí para que pudiese darle el chai. Pero su boca a penas se abría y solo se le veian un poco los dientes así que me dediqué a dejar caer el chai poco a poco a través de sus dientes hasta que empezó a lanzar un lamento cada vez más alto…pobre mujer.

Aunque por suerte, normalmente se lleva la jornada con alegría.

Las mujeres voluntarias en Prem Dan

Retomo el hilo. Cuando nos juntábamos con las mujeres normalmente a las que nos pedían les poníamos crema hidratante (que seca tienen la piel!) en las piernas, brazos, cara…Una de ellas solía querer todo el cuerpo y parecía siempre insatisfecha. Otra incluso se me tumbo y me hizo la croqueta para que no se me escapase ninguna parte!

También les gusta un masaje en la cabeza con aceite, que les pinten las uñas…Haciendo esas tres cosas estamos hasta que hacia las 9:30am les llega la hora del chai con galletas o arroz inflado. Entonces repartimos los vasos a todas. Algunas son muy impacientes y vienen hasta la mesa a por ello pero las massis en seguida les pegan un grito o las empujan en dirección a sus sitios aunque siempre desde el cariño...

Vamos recogiendo los vasos mientras van acabando y los lavamos. Luego retomamos las cremas, el aceite y los pintauñas, les quitamos las chaquetas y las doblamos porque empieza a hacer calor…hasta que son las 10 o 10:30am y toca nuestro descanso. Junto al patio hay un espacio con un par de mesas y bancos donde nos ponen chai y galletas también para nosotros. Allí nos juntamos todos los voluntarios, tanto mujeres como hombres, y hablamos y descansamos durante un rato.



Después a repartir los vasos de agua, quizás a doblar ropa en la azotea y en seguida, a las 11:30am, les toca comer a las mujeres. La comida suele consistir en un plato de arroz blanco con verdura en salsa y carne o pescado y una fruta (plátano, mandarina o uvas). Los grandes cuencos de comida se ponen en una mesa y en una cadena se van llenando los platos con todo ello y se van repartiendo. Algunas mujeres no pueden comer por si solas y hay que ayudarlas con una cuchara.

Una vez van acabando se recoge su plato y vaso, se apilan, e inmediatamente van entrando al edificio para la siesta. Muchas van por su propio pie pero a otras hay que ayudarlas a ir, algunas con sillas de ruedas o como en un patinete a las que andan en cuclillas o arrastrándose. Las que mejor lo llevan van al segundo piso de camas y las que peor se quedan en las camas de la planta baja. A algunas las acompañas al baño y una vez en la cama les pones la manta. Otras voluntarias mientras tanto friegan los platos, vasos, cuencos y cucharas y otras limpian y barren todo el patio.

Y así son ya sobre las 12pm y hora de irse!

A la vuelta, con el calor y las pocas ganas de estar como una hora andando a través del caos de las calles, cogíamos el bus 202 hasta la Casa Madre y de allí andando hasta Sudder Street. Ésta ultima parte son unos 20 minutos y se cruza un barrio musulmán.

Los viernes, el día más significativo de los musulmanes para rezar, puede darse el caso de que te encuentres con la calle bloqueada porque no caben todos dentro de la mezquita.


Hacia la 1 o 1:30pm llegábamos a Sudder Street.

Hay voluntarios que también acuden por las tardes a los centros que están abiertos. Normalmente de 3pm a 5:30pm. Y aunque esa era mi intención a los pocos días de empezar finalmente deje la idea a un lado. Acababa agotada ya solo con la mañana. La verdad es que en las tres semanas que pasé en Calcuta me sentí siempre cansada pero a gusto! Decir que varios días me eché siesta y en casa nunca lo hago…

Por la tarde, todos los días a las 6 o 6:30pm se puede acudir a la Adoración en la Casa Madre. Por curiosidad, también fui una vez y una vez más suficiente. Las Hermanas estuvieron leyendo en voz alta La Biblia (supongo) durante una hora y media al menos, porque a las 5:30pm que llegamos ya estaban en ello. 

Igual pensáis que las tardes las aprovechaba para ver sitios de Calcuta…pues tampoco! Entre comer, una siesta o descansar un poco y luego pasar un rato con otros voluntarios, se acababa rápido el día.

Los jueves no se trabaja en los centros. Pero a veces se organiza alguna visita como la que hicimos a la leprosería de Jyoti Nivas al otro lado del río.

A mí la palabra “leprosería” me traía a la mente imágenes nada agradables y eso es lo que esperaba ver allí pero nada más lejos de la realidad. Nos recibieron unos 50 hombres y una mujer en sus camas sin unos cuantos dedos de las manos y de los pies. A simple vista eso era lo único que saltaba a la vista. Nos sacaron unas sillas y en corro nos pusimos a cantar canciones aunque siendo de diferentes nacionalidades los voluntarios era difícil encontrar una canción que supiésemos la mayoría. Los italianos fueron los que más se lucieron. Un par de hombres también se animaron a cantar en su lengua, bengalí supongo. Pero la que sí cantamos y bailamos casi todos los voluntarios fue La Macarena!

Una de las mañanas en vez de ir a Prem Dan, fui al centro de Kalighat. Tuvimos suerte, y una ambulancia de la congregación que también iba allí, nos llevo a todos los voluntarios del centro. Las pre-hermanas (todavía no llevaban el sari blanco con franjas azules) que iban dentro se pasaron todo el viaje rezando.

Kalighat es tan solo un edificio y dentro viven unas 80 mujeres y hombres que al no haber ningún patio están siempre dentro y dentro se lava la ropa, se friega y se les da de comer. La ropa se empieza a lavar cuando llegan los voluntarios (las massis no empiezan antes como en Prem Dan) así que hay para un buen rato. Las mujeres están sentadas en un espacio pequeño con mesas y sillas junto a las camas. En realidad lo que se hace en aquí es muy parecido a lo que se hace en Prem Dan pero en un espacio mucho más reducido y cerrado que fue lo único que no me hizo mucha gracia. Me quedo con Prem Dan donde además ponen música.


Desde la terraza del centro de Kalighat

Un domingo las hermanas organizaron por la tarde una caminata por los diferentes sitios que estuvo la Madre Teresa cuando empezó con la Congregación. En cada sitio una de las hermanas explicaba que hizo allí la Madre Teresa pero éramos tantos voluntarios que era difícil oírla. También se rezaba en cada lugar. Al final de la tarde nos prepararon una cena.

Pero sin duda mi experiencia como voluntaria no hubiese sido la misma sin todos los fantásticos momentos que pase con otros voluntarios. El ambiente entre voluntarios es increíble y conocí a gente que realmente me llevo en el corazón: Sun Mi, Adriana, Mario, Mili, Victor, Javier, Massimo, Paul, Moniek, Mari Luz, Eva, Kavita, Daisy, Anna, Julia, Estefania, Esther, Megan, Chad, Rachel…

Y a pesar de sentirme cansada prácticamente en todo momento durante esas tres semanas, esta experiencia me llenó de energía. Una energía, admito, con la que no había llegado de Tailandia.



INFORMACIÓN ÚTIL

- Alojamiento: Hotel Galaxy
  • Dirección: 3, Stuart Lane, Kolkata. A un minuto andando de Sudder Street.
  • Habitación individual con ventilador y baño compartido: 400 INR
  • Teléfono: 0091 3322524565
  • Email: hotelgalaxy.kol@gmail.com / juvena.kol@gmail.com
  • Comentarios: si buscáis un poco en google sobre el alojamiento en Calcuta, lo vais a encontrar en seguida: sin duda el mejor hotel en la zona de Sudder Street relación calidad-precio es el Galaxy. Pero si vais directamente allí sin reserva y queréis estar más de una semana, estoy segura en un 99% que no vais a encontrar habitación. Incluso para menos tiempo también es difícil. Así que os recomiendo que les enviéis un email lo antes posible para reservar. Prefieren estancias de larga duración así que si queréis reservar un día o dos (no sé exactamente cual es el límite) posiblemente no os hagan caso al email u os cuelguen el teléfono como me hicieron a mi…no muy buena presentación. Aunque no tiene nada que ver el dueño, Harry, con los trabajadores.
Harry, un sijh, es un encanto. Siempre está dispuesto a ayudar. En cuanto oyó “dolor de estomago” fue a por su neceser de medicinas y nos dio a tres voluntarios del hotel pastillas. Al poco rato nos sentíamos mejor! Un par de italianas le preguntaron por un buen sitio para comer samosas y entonces al día siguiente las llevó e invitó a comer samosas y chai. En otra ocasión ofreció a una voluntaria del hotel llevarla a la mañana siguiente a desayunar, a conocer a unos amigos y al mercado de las flores. A otra voluntaria le trajo de regalo después de un viaje una chaqueta. A veces nos ofrecía plátanos o galletas…etc.

En cuanto a las habitaciones. Algunas están mejores que otras. Cuando llegué acababan de renovar una así que supongo que con el tiempo acabaran renovando todas. La mía tenía pinta de haber sido renovada no hacía mucho. Eso sí, la ventana no cerraba bien y le faltaba un trozo de cristal. Por lo demás limpia, en buenas condiciones y acogedora. Te dan una toalla.

A partir del creo cuarto día de estancia puedes pedir que te limpien la habitación (cambio de sabanas y toalla) que viene incluido en el precio.

Hay dos baños comunes y creo que junto con la mía solo hay otra habitación que no tenga baño así que más o menos era como si tuviese mi propio baño privado. Están bastante bien, con agua caliente.

El hotel tiene dos plantas y en cada una hay un frigorífico de uso común.

No tiene wifi.

En varias habitaciones a voluntarios les picaron chinches…en mi cama vi alguno pero por suerte parecía que no les gustaba…

Sobre el precio de las habitaciones. La mía era individual con baño compartido por 400 INR (aunque al poco de irme ha subido a 450 INR). Pero se de dos voluntarios que tenían igualmente individual pero con baño privado y estaban pagando 400 INR también. Las dobles: unas italianas pagaban 700 INR con baño y me dijeron que sabían de otras dos dobles donde pagaban 600 INR. Hay habitaciones más caras también.

Vi habitaciones en el hotel Modern Lodge (350 INR individual con baño), Paragon (500 INR doble con baño) y Maria (250 INR individual sin baño) y para mi sin duda vale la pena pagar un poco más para estar en el Galaxy. 


1 comentario:

  1. Muchas gracias por contar tu vivencia, la verdad que es de mucha utilidad para personas que vamos a ir por primera vez. Muchas gracias y espero que nuestra experiencia sea tan bonita como la tuya, saludos!

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