Pero Calcuta fue
más que solo otra ciudad India en mi viaje. Mucho más.
Después de tres
semanas en Tailandia volví a Calcuta
donde ya había pasado dos días. Y lo hice con ganas porque lo qué había visto
de la ciudad me había gustado y estaba muy ilusionada con lo que me esperaba. Además,
al poco de aterrizar me di cuenta de que había echado de menos India. Si os
digo yo que este país engancha a pesar de todo.
Hace casi cinco
años estuve de voluntaria en Marruecos y después no sabía dónde ni cuándo pero
sí que repetiría. Hasta que descubrí la congregación de la Madre Teresa de
Calcuta: las Misioneras de la Caridad.
No importa si
tienes 15 o 90 años, si eres de india o de la otra punta del mundo, si no
tienes estudios o tienes cinco doctorados, si vienes para un día o para toda la
vida. Lo que importa es que tengas ganas de ayudar y sonrisas y cariño de sobra
para mujeres y hombres a los que la vida les ha dejado de sonreír (si alguna
vez lo hizo) hasta que las Misioneras de la Caridad se cruzaron en ella.
Es muy fácil. Sin
tener que avisar para nada antes, llegas a Calcuta y te buscas un alojamiento
en la zona de Sudder Street o cerca de la Casa Madre (Mother House).
Para registrarte
como voluntario tienes que ir con tu pasaporte al centro de Shishu Bhavan,
localizado en el número 78 de la calle AJC Bose Road, a las 3pm los lunes,
miércoles o viernes. Allí te darán una tarjetita que mejor lleva contigo todo
el rato…
Aunque si eres una
impaciente como yo que llegué un sábado y quería empezar ya el domingo, puedes
ir directamente a la Casa Madre (54A AJC Bose Road) a las 7am, hora del
desayuno, y allí una Sister te dará un pase de uno, dos o tres días hasta que
puedas registrarte.
Cuando te dan el
pase de día normalmente no puedes elegir a que centro ir pero una vez en el
registro, te explican los diferentes centros en los que puedes trabajar y
entonces si quieres puedes cambiar de centro. Está prohibido sacar fotos en los
centros excepto en tu último día cuando después del desayuno te dan un pase
para hacer fotos…siempre que enseñes tu tarjeta de registro y no se te olvide
como me paso a mi…
Hay seis centros:
- Prem Dan. Apto para mujeres y hombres. Solo por las mañanas. Es el centro más grande de todos con actualmente unos 200 hombres y unas 155 mujeres adultas que mentalmente y/o físicamente no están bien.
- Nirmal Hriday/Kalighat. Apto para mujeres y hombres. Por las mañanas y por las tardes. Es el primer centro que abrió la Madre Teresa y allí viven unos 80 hombres y mujeres moribundos como al parecer se conoce entre los voluntarios aunque su estado es muy parecido a los de Prem Dan.
- Shanti Dan. Apto solo para mujeres. Solo por las mañanas. En una zona viven mujeres adultas que no están bien mentalmente o emocionalmente y no pueden valerse por sí mismas y en otra zona viven mujeres jóvenes más o menos en las mismas condiciones. Creo que también hay una zona de niños.
- Shishu Bhavan. Apto solo para mujeres. Por las mañanas y por las tardes. Aquí se alojan niños que tampoco están bien mentalmente y/o físicamente. También hay un dispensario pero piden al menos un mes de disposición.
- Nabo Jibon. Apto solo para hombres. Solo por las mañanas. Centro de hombres y niños mentalmente y/o físicamente disminuidos.
- Daya Dan. Apto para mujeres y hombres. Por las mañanas y por las tardes. En la planta baja hay chicos que no están bien física y/o mentalmente. Aquí se requiere estar de voluntario al menos un mes. En la primera planta niños en las mismas condiciones.
En todos los
centros el 80% es lo mismo lo que se hace.
¿Y cómo es el día
de un voluntario?
Pues el comienzo
depende de lo religioso que seas, normalmente.
A todo esto, cuando
decidí ayudar en esta congregación, aunque sabía que era católica/cristiana no
pensé demasiado en este hecho ya que yo solo tomé en cuenta el querer ayudar.
Así que me sorprendí bastante cuando descubrí que la mayoría de los voluntarios
eran bastante creyentes...y cristianos/católicos. Todavía me preguntó cuándo
fue el momento en que se me ocurrió preguntarle a una voluntaria malaya si era
hindú…
Volviendo al tema.
Las misioneras celebran todos los días a las 6am una misa de más o menos
una hora de duración en la Casa Madre. Se es libre de asistir o no. Yo finalmente conseguí
ir un día (es muy duro levantarse antes de las 6am, incluso antes de las 7am)
porque quería presenciarla al menos una vez. Ese es el momento del día en que
todas las misioneras de Calcuta se juntan, alrededor de unas 100 me pareció,
con sus saris blancos con franjas azules, en frente de un sacerdote que oficia
la misa y cantan juntas. Al menos una vez merece la pena acudir.
Una vez se acaba la
misa, a las 7am se sirve el desayuno (no es obligatorio ir) en el piso de abajo
para los voluntarios. Éste es muy básico pero suficiente: chai, plátanos y pan
de molde. Es un buen momento para hablar y conocer a otros voluntarios.
A las 7:30am se
ponen al frente la Hermana Merci Maria (la responsable de los voluntarios y que
habla español) y normalmente una hermana coreana también y juntas junto con los
voluntarios que las quieran secundar (para ello está puesto escrito en la
pared) recitan un par de oraciones. Luego, a veces, la Hermana Merci Maria
da algunos consejos a los voluntarios y finalmente llega uno de los momentos
más emocionantes de esta experiencia! La canción de despedida a los voluntarios
que ese va a ser su último día. Éstos se colocan en el centro y la verdad es
que la primera vez que presencié lo que venía a continuación me quede un poco
en shock pero luego no pude evitar emocionarme un poco, esa vez y todas las
demás veces que oí y canté la canción dando palmadas junto con todos hasta que
me toco a mí. Me parece realmente un momento único.
La letra de la
canción es la siguiente y realmente no tiene mucho misterio pero como digo hay
que vivirlo:
“We thank you thank you thank you, we thank you thank you thank you, we
thank you thank you thank you from our hearts.
We love you love you love you, we love you love you love you, we love
you love you love you from our hearts.
We miss you miss you miss you, we miss you miss you miss you, we miss
you miss you miss you from our hearts”
La traducción
resumida sería algo así como: “te agradecemos desde nuestros corazones, te
queremos desde nuestros corazones, te echamos de menos desde nuestros corazones”.
Después se abre la
verja de la sala que da a la calle y ya nos vamos juntando en grupos por centro
y al poco en marcha!
A mí en el pase de
día me asignaron el centro de Prem Dan (significa "Regalo de Amor") y allí seguí.
Oficialmente las
jornadas de trabajo empiezan a las 8am hasta aproximadamente las 12pm. Aunque
al menos, los de Prem Dan íbamos siempre andando y la media hora entre esquivar
vehículos, gente, cruzar una calle principal y la vía del tren no nos la
quitaba nadie así que normalmente solíamos empezar hacia las 8:30am.
Los hombres a la
zona de los hombres al final, y las mujeres al principio en nuestra zona. No
nos volvemos a ver hasta la hora de descanso. Al vestuario, dejar las cosas,
ponerse una bata y a trabajar! Algunas voluntarias iban directamente dentro del
edificio a ayudar y otras iban a la parte trasera a lavar ropa. Yo me
encontraba en el segundo grupo.
Cuando aparecíamos
las massis (nombre que utilizamos las voluntarias para llamar a las mujeres
indias que trabajan en los centros. Ellas nos llaman “auntie”) ya han hecho la
mayor parte del trabajo y la verdad es que no solíamos pasar más de media hora
en esa parte. La ropa primero se hierve, luego se mete en un gran balde y con
jabón se frota. Si hay alguna mancha que no quiere salir, se le da con el
cepillo y más jabón. De ahí se pasa la ropa a un fregadero lleno de agua, de
ese a otro y finalmente a otro más. Se escurre todo, se mete en cubos y a la
azotea a colgar la ropa. Aquí, algunas de las mujeres (así me voy a referir a
las mujeres que viven allí y ayudamos) nos ayudan en la tarea.
Después yo ya
entraba en el edificio y normalmente llegaba cuando ya se habían apartado todas
las camas, se había limpiado el suelo inundándolo de agua y jabón, y las massis
y voluntarias estaban echando el agua para la calle o por desagües a
escobazos. Me unía a ellas.
Las mujeres
mientras tanto están sentadas en el patio recibiendo su medicación por parte de
las hermanas.
Después o ayudaba a
limpiar el suelo de la calle (Prem Dan es un gran recinto cerrado…y un remanso de
paz entre la locura que de gente y tráfico que hay justo fuera) llevando cubos
de agua a las massis o empujando el agua a escobazos, o bien me quedaba dentro
del edificio.
Allí, una vez seco
el suelo (muy rápido con los ventiladores) empezábamos a colocar otra vez las
camas y a hacerlas con ropa de cama limpia. En Prem Dan otra cosa no, pero
limpieza vamos, todos los días casi al milímetro. Cuando ya está todo listo,
llega el momento de estar con las mujeres.
La mayoría se
encuentran sentadas en un patio cubierto. Algunas en sillas, otras en el suelo
sobre una esterilla. Éstas últimas, por alguna razón, se mueven andando en
cuclillas o arrastrándose por el suelo. Muchas no hablan o lo hacen muy poco. Y
que sepan ingles cuatro contadas. A algunas les falta alguna parte del cuerpo,
otras están ciegas o sordas, otras no controlan su propio cuerpo, otras parecen
que tienen la mente muy lejos de allí…
Todavía me acuerdo de la impresión que me dio
el primer día una de las mujeres cuando la vi de lejos, con el rostro
totalmente deformado por el ácido que por alguna razón le echó su marido. En
vez de ojos tiene piel, le falta parte de la nariz y de los labios y de piel.
Tiene heridas abiertas que le curan todos los días…y mientras el tiempo pasa,
ella de 25 años, no para de balancear la cabeza de atrás hacia adelante. Quizás
para intentar hacer el dolor más llevadero.
Mi primer día de
voluntaria no paró de llover. Una de las mujeres me pidió que la acompañase al
baño, cruzando la calle, dentro del edificio. Muy pequeñita ella, se movía de
lado a pasitos minúsculos. Una de mis manos en la suya y en la otra el
paraguas. Bajo la lluvia pensaba que no llegaríamos nunca.
Otra de las
mujeres, que no hablaba y cuya mente no parecía estar allí mucho, me respondía
siempre con una gran sonrisa desdentada cuando le dedicaba una. Qué alegría!
Pero en cambio que
duro el día que me toco darle el chai a una mujer que esta siempre postrada en
una cama. Con la mente ida y tumbada en la cama, una massi le giró la cabeza
hacia mí para que pudiese darle el chai. Pero su boca a penas se abría y solo
se le veian un poco los dientes así que me dediqué a dejar caer el chai poco a
poco a través de sus dientes hasta que empezó a lanzar un lamento cada vez más
alto…pobre mujer.
Aunque por suerte,
normalmente se lleva la jornada con alegría.
Las mujeres voluntarias en Prem Dan |
Retomo el hilo.
Cuando nos juntábamos con las mujeres normalmente a las que nos pedían les
poníamos crema hidratante (que seca tienen la piel!) en las piernas, brazos,
cara…Una de ellas solía querer todo el cuerpo y parecía siempre insatisfecha.
Otra incluso se me tumbo y me hizo la croqueta para que no se me escapase
ninguna parte!
También les gusta
un masaje en la cabeza con aceite, que les pinten las uñas…Haciendo esas tres
cosas estamos hasta que hacia las 9:30am les llega la hora del chai con
galletas o arroz inflado. Entonces repartimos los vasos a todas. Algunas son
muy impacientes y vienen hasta la mesa a por ello pero las massis en seguida
les pegan un grito o las empujan en dirección a sus sitios aunque siempre desde
el cariño...
Vamos recogiendo
los vasos mientras van acabando y los lavamos. Luego retomamos las cremas, el
aceite y los pintauñas, les quitamos las chaquetas y las doblamos porque
empieza a hacer calor…hasta que son las 10 o 10:30am y toca nuestro descanso.
Junto al patio hay un espacio con un par de mesas y bancos donde nos ponen chai
y galletas también para nosotros. Allí nos juntamos todos los voluntarios,
tanto mujeres como hombres, y hablamos y descansamos durante un rato.
Después a repartir
los vasos de agua, quizás a doblar ropa en la azotea y en seguida, a las
11:30am, les toca comer a las mujeres. La comida suele consistir en un plato de
arroz blanco con verdura en salsa y carne o pescado y una fruta (plátano, mandarina
o uvas). Los grandes cuencos de comida se ponen en una mesa y en una cadena se
van llenando los platos con todo ello y se van repartiendo. Algunas mujeres no
pueden comer por si solas y hay que ayudarlas con una cuchara.
Una vez van
acabando se recoge su plato y vaso, se apilan, e inmediatamente van entrando al
edificio para la siesta. Muchas van por su propio pie pero a otras hay que
ayudarlas a ir, algunas con sillas de ruedas o como en un patinete a las que
andan en cuclillas o arrastrándose. Las que mejor lo llevan van al segundo piso
de camas y las que peor se quedan en las camas de la planta baja. A algunas las
acompañas al baño y una vez en la cama les pones la manta. Otras voluntarias
mientras tanto friegan los platos, vasos, cuencos y cucharas y otras limpian y
barren todo el patio.
Y así son ya sobre
las 12pm y hora de irse!
A la vuelta, con el
calor y las pocas ganas de estar como una hora andando a través del caos de las
calles, cogíamos el bus 202 hasta la Casa Madre y de allí andando hasta Sudder
Street. Ésta ultima parte son unos 20 minutos y se cruza un barrio musulmán.
Los viernes, el día
más significativo de los musulmanes para rezar, puede darse el caso de que te
encuentres con la calle bloqueada porque no caben todos dentro de la mezquita.
Hacia la 1 o 1:30pm
llegábamos a Sudder Street.
Hay voluntarios que
también acuden por las tardes a los centros que están abiertos. Normalmente de
3pm a 5:30pm. Y aunque esa era mi intención a los pocos días de empezar
finalmente deje la idea a un lado. Acababa agotada ya solo con la mañana. La
verdad es que en las tres semanas que pasé en Calcuta me sentí siempre cansada
pero a gusto! Decir que varios días me eché siesta y en casa nunca lo hago…
Por la tarde, todos los días a las 6 o 6:30pm se puede acudir a la Adoración en la Casa Madre. Por curiosidad, también fui una vez y una vez más suficiente. Las Hermanas estuvieron leyendo en voz alta La Biblia (supongo) durante una hora y media al menos, porque a las 5:30pm que llegamos ya estaban en ello.
Por la tarde, todos los días a las 6 o 6:30pm se puede acudir a la Adoración en la Casa Madre. Por curiosidad, también fui una vez y una vez más suficiente. Las Hermanas estuvieron leyendo en voz alta La Biblia (supongo) durante una hora y media al menos, porque a las 5:30pm que llegamos ya estaban en ello.
Igual pensáis que
las tardes las aprovechaba para ver sitios de Calcuta…pues tampoco! Entre
comer, una siesta o descansar un poco y luego pasar un rato con otros
voluntarios, se acababa rápido el día.
Los jueves no se
trabaja en los centros. Pero a veces se organiza alguna visita como la que
hicimos a la leprosería de Jyoti Nivas al otro lado del río.
A mí la palabra
“leprosería” me traía a la mente imágenes nada agradables y eso es lo que
esperaba ver allí pero nada más lejos de la realidad. Nos recibieron unos 50
hombres y una mujer en sus camas sin unos cuantos dedos de las manos y de los
pies. A simple vista eso era lo único que saltaba a la vista. Nos sacaron unas
sillas y en corro nos pusimos a cantar canciones aunque siendo de diferentes
nacionalidades los voluntarios era difícil encontrar una canción que supiésemos
la mayoría. Los italianos fueron los que más se lucieron. Un par de hombres
también se animaron a cantar en su lengua, bengalí supongo. Pero la que sí
cantamos y bailamos casi todos los voluntarios fue La Macarena!
Una de las mañanas
en vez de ir a Prem Dan, fui al centro de Kalighat. Tuvimos suerte, y una
ambulancia de la congregación que también iba allí, nos llevo a todos los
voluntarios del centro. Las pre-hermanas (todavía no llevaban el sari blanco
con franjas azules) que iban dentro se pasaron todo el viaje rezando.
Kalighat es tan
solo un edificio y dentro viven unas 80 mujeres y hombres que al no haber
ningún patio están siempre dentro y dentro se lava la ropa, se friega y se les
da de comer. La ropa se empieza a lavar cuando llegan los voluntarios (las
massis no empiezan antes como en Prem Dan) así que hay para un buen rato. Las
mujeres están sentadas en un espacio pequeño con mesas y sillas junto a las
camas. En realidad lo que se hace en aquí es muy parecido a lo que se hace en
Prem Dan pero en un espacio mucho más reducido y cerrado que fue lo único que
no me hizo mucha gracia. Me quedo con Prem Dan donde además ponen música.
Desde la terraza del centro de Kalighat |
Un domingo las
hermanas organizaron por la tarde una caminata por los diferentes sitios que
estuvo la Madre Teresa cuando empezó con la Congregación. En cada sitio una de
las hermanas explicaba que hizo allí la Madre Teresa pero éramos tantos
voluntarios que era difícil oírla. También se rezaba en cada lugar. Al final de
la tarde nos prepararon una cena.
Pero sin duda mi
experiencia como voluntaria no hubiese sido la misma sin todos los fantásticos
momentos que pase con otros voluntarios. El ambiente entre voluntarios es
increíble y conocí a gente que realmente me llevo en el corazón: Sun Mi,
Adriana, Mario, Mili, Victor, Javier, Massimo, Paul, Moniek, Mari Luz, Eva,
Kavita, Daisy, Anna, Julia, Estefania, Esther, Megan, Chad, Rachel…
Y a pesar de
sentirme cansada prácticamente en todo momento durante esas tres semanas, esta
experiencia me llenó de energía. Una energía, admito, con la que no había
llegado de Tailandia.
INFORMACIÓN
ÚTIL
- Alojamiento: Hotel Galaxy
- Dirección: 3, Stuart Lane, Kolkata. A un minuto andando de Sudder Street.
- Habitación individual con ventilador y baño compartido: 400 INR
- Teléfono: 0091 3322524565
- Email: hotelgalaxy.kol@gmail.com / juvena.kol@gmail.com
- Comentarios: si buscáis un poco en google sobre el alojamiento en Calcuta, lo vais a encontrar en seguida: sin duda el mejor hotel en la zona de Sudder Street relación calidad-precio es el Galaxy. Pero si vais directamente allí sin reserva y queréis estar más de una semana, estoy segura en un 99% que no vais a encontrar habitación. Incluso para menos tiempo también es difícil. Así que os recomiendo que les enviéis un email lo antes posible para reservar. Prefieren estancias de larga duración así que si queréis reservar un día o dos (no sé exactamente cual es el límite) posiblemente no os hagan caso al email u os cuelguen el teléfono como me hicieron a mi…no muy buena presentación. Aunque no tiene nada que ver el dueño, Harry, con los trabajadores.
En cuanto a las
habitaciones. Algunas están mejores que otras. Cuando llegué acababan de
renovar una así que supongo que con el tiempo acabaran renovando todas. La mía
tenía pinta de haber sido renovada no hacía mucho. Eso sí, la ventana no
cerraba bien y le faltaba un trozo de cristal. Por lo demás limpia, en buenas
condiciones y acogedora. Te dan una toalla.
A partir del creo
cuarto día de estancia puedes pedir que te limpien la habitación (cambio de
sabanas y toalla) que viene incluido en el precio.
Hay dos baños
comunes y creo que junto con la mía solo hay otra habitación que no tenga baño
así que más o menos era como si tuviese mi propio baño privado. Están bastante
bien, con agua caliente.
El hotel tiene dos
plantas y en cada una hay un frigorífico de uso común.
No tiene wifi.
En varias
habitaciones a voluntarios les picaron chinches…en mi cama vi alguno pero por
suerte parecía que no les gustaba…
Sobre el precio de
las habitaciones. La mía era individual con baño compartido por 400 INR (aunque al poco de irme ha subido a 450 INR). Pero
se de dos voluntarios que tenían igualmente individual pero con baño privado y
estaban pagando 400 INR también. Las dobles: unas italianas pagaban 700 INR con
baño y me dijeron que sabían de otras dos dobles donde pagaban 600 INR. Hay
habitaciones más caras también.
Vi habitaciones en
el hotel Modern Lodge (350 INR individual con baño), Paragon (500 INR doble con
baño) y Maria (250 INR individual sin baño) y para mi sin duda vale la pena
pagar un poco más para estar en el Galaxy.
Muchas gracias por contar tu vivencia, la verdad que es de mucha utilidad para personas que vamos a ir por primera vez. Muchas gracias y espero que nuestra experiencia sea tan bonita como la tuya, saludos!
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