martes, 29 de octubre de 2013

Dambulla

Después de recoger mi mochila de donde desayunamos, Nandana me acompañó hasta la parada de bus donde al poco rato cogí uno que me llevo hasta Dambulla. Me bajé en frente de la única atracción que tiene esta ciudad: el Templo de la Cueva o también conocido como el Templo de Oro, que también es Patrimonio de la Humanidad.


Aunque cogí la dirección opuesta en busca de un sitio donde dormir. Justo en frente, en la calle de tierra paralela esta el Oasist Tourist, en el que había leído que algún otro viajero había estado. Así que rechazando la oferta que me hacía un tuk-tuk de 1500 LKR en otro alojamiento me encaminé hacia allí. Cuando me acerqué a la casa me salió al paso una abuelita que resulto ser la que lleva el alojamiento y un encanto de persona. 

Foto de Google

Mientras me llevaba a una habitación me fije en que la casa tenía muchos años…y lo confirmé en la habitación. Ninguna ventana tenía cristal, algunas solo se tapaban con una cortina y la que daba a mi cama con una contraventana. Pero bueno, eso en principio no tenía por qué ser un impedimento…Me la ofreció por 1000 LKR y yo le propuse quedarme dos noches por 800 LKR cada una. Aceptó. 

No fue hasta más tarde, cuando estuve un rato en la habitación y me fije mejor (estaba bastante oscura) que me di cuenta de que había llegado el momento de enfrentarme a uno de mis temores antes de venir a este viaje: los bichos. Había telarañas y arañas tanto en la habitación como en el baño (aquí también hormigas) y éste estaba medio inundado. Bueno…comprobé que al menos las arañas fuesen de esas que se están quietas por días porque si no…

Antes de ponerme más nerviosa decidí ir a visitar el Templo de oro. Y la primera impresión, al pie de la montaña no fue muy buena con ese edificio salido de no se donde y un gigantesco buda dorado encima. 

Pero mi objetivo eran las cuevas que estaban más arriba, después de incontables escaleras y acompañada de otros turistas (por fin veo un buen número), monos y un calor que hizo que llegase arriba empapada. Me guardaron el calzado en la entrada (25 LKR, no me di cuenta de que había que pagar hasta que los fui a recoger) y ¡a por ello!


En total son 5 cuevas pero vistas las dos primeras vistas todas. Así que igual es mejor empezar por el fondo, para ir sorprendiéndose cada vez más. Aún así mereció la pena el esfuerzo de subir hasta allí. Nunca había visto un lugar así. 

En la primera cueva hay un gran buda tumbado de lado y tanto las paredes como el techo están pintados con escenas de la vida de Buda.


La segunda cueva es la más grande de todas y en ella hay un montón de budas a parte de los techos y paredes también pintados. Aquí se nota mucho más como la roca bajo la cual está el templo (la cueva) le da forma al techo. 


De vuelta en el alojamiento llegó la primera tormenta de mi estancia en Sri Lanka, lo que se tradujo en goteras y preocupación por mi parte por si se inundase mi habitación. La dueña vino en seguida y me dijo que estaría mejor en el salón. Allí pasé el resto del día ya que la tormenta no se digno a parar. Fui la única huésped. 

En el salón había una foto en blanco y negro muy bonita de la casera con su marido por la época en que se casaron. Tenía 19 años. También tiene dos fotos del día en que se casaron dos de sus hijos. Encontré en la mesa unos álbumes de fotos y pidiendo permiso me puse a ojearlos pero en seguida se sentó a mi lado y empezó a explicarme cada foto. Todas ellas las habían mandado los turistas que se habían alojado aquí desde al menos los últimos 30 años! Tenía un montón de ellas y la verdad es que pase un rato muy agradable. 




INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 179,46 LKR

- Bus Mihintale-Dambulla (1 hora y media): 120 LKR

- Entrada Templo de Oro: 1500 LKR (actualmente 1550 LKR)

- Alojamiento: Oasis Tourist
  • Localización: en frente del Templo de Oro, en la calle de tierra paralela a la principal.
  • Habitación triple con baño privado, mosquitera y ventilador: 800 LKR
  • Comentarios: la dueña es un encanto y realmente te sientes a gusto con ella pero me parece que las habitaciones tendrían que estar más cuidadas. Demasiado insecto. Hay más alojamientos en la misma calle hacia el sur. 

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