martes, 21 de enero de 2014

Un paréntesis en forma de Tailandia

Me habían advertido diferentes personas antes de llegar a la India: que si hay mucha suciedad, el caótico tráfico, gente por todas partes, te miran mucho…Incluso me llegaron a decir que se necesita alrededor de un mes y medio para adaptarte y no querer irte del país.

Un compañero de trabajo incluso me aconsejo que hiciese mi visita a Sri Lanka entre dos visitas a la India. Pero yo seguí con mi idea y compré el vuelo de España a Sri Lanka. Entonces me aconsejó que si India me llegaba a saturar, me fuese a Tailandia que era un acierto seguro. Y si a la primera no le hice caso, a la segunda sí que lo he hecho.

Después de tantos avisos sobre la India, llegué al país bastante alerta pero según iban pasando los días pensé que habían exagerado. Me pareció que lo llevaba bastante bien.

No me di cuenta hasta después de varias semanas en el país que India va haciendo mella poco a poco hasta que de repente explotas. Al menos en mi caso.

Es un país muy intenso y si, acaba saturando…agotando. Aunque eso de que hasta que no pasa un mes y medio te quieres ir…no ha sido mi sentimiento.

Aunque lo he adaptado, su tráfico me pone la cabeza como un bombo. Hay que tener diez ojos cuando se anda por la calle y para cruzar. Además de que cada vehículo pita cada unos cinco segundos y muchas veces me han dado ganas de parar a alguno y preguntarle por qué narices pita. En vez de indicar “cuidado”, es más bien como “ahí voy!!!!!”. Llega a crispar.


Y sabía que me mirarían pero nueve semanas siendo el centro de atención por donde paso... Además los indios no tienen sentido de la vergüenza. Se te quedan mirando descaradamente ya estén a menos de un metro de ti y si les devuelves la mirada fijamente en plan “deja de mirarme, estas siendo un maleducado”, no se suelen inmutar. Lo hice pocas veces y al final deje de hacerlo no fuese que se pensasen algo que no es…

Hay mucha basura por las calles en general. Si a eso le sumas que las vacas, perros y cabras campan a sus anchas y que hacen sus necesidades donde pillan pues durante tu viaje por la India el suelo se convierte en uno de los sitios favoritos de tu mirada, no vaya a ser que pises algo…


También acaba cansando el tener que regatear por todo, el que te intenten timar (y lo consigan muchas veces) cada vez que compras algo, el que cada pocos metros un taxista se ofrezca a llevarte, que los locales por la calle empiecen a hablar contigo muy amables para al final decirte que tienen una tienda o parecido, la gente que te pide dinero o algo para comer…Y qué decir de la incomodidad o malos ratos que he pasado cuando algunos locales querían un relación más intima.


¡Y también estaba cansada del frio! Vale, India será un horno a partir de abril pero en invierno en el centro-norte hace frío. En cuanto a temperatura no es excesivamente frio pero por alguna razón se siente muy frío, además de que no llevo ropa adecuada para ello. Lo peor es que aquí no existe la calefacción y en las habitaciones suele hacer también bastante frío.

Quizás de la impresión de que odio la India después de todo lo negativo que acabo de contar, pero no es así. Es verdad, desde mi punto de vista, todo lo que he dicho pero también lo es que es un país fascinante y que acaba enganchando.

Como digo en el título, Tailandia es un paréntesis. Un paréntesis de tres semanas para relajarme y descansar de la gran saturación que me ha provocado India. ¿Lo estará consiguiendo?




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