Después de un paso
de unas horas no muy afortunado por la capital, Dhaka, seguí hasta Srimangal.
En un tren que no paraba de dar bandazos y a veces unos botes que me dio la
impresión de que la parte baja del tren tocó en alguna ocasión los raíles.
Srimangal es un
pequeño pueblo al noroeste del país conocido por sus plantaciones de té. Aquí
por suerte, no tuve problemas con el primer hotel que mire aunque al final no
resultase una buena opción.
El primer día
andando por la calle, conocí a Jahid, un agradable estudiante de 17 años que al
parecer no deja pasar la ocasión cada vez que se le presenta de hablar con
extranjeros. Me ayudó a buscar la compañía de bus (el tren estaba lleno) para
mi siguiente destino y se ofreció enseñarme los alrededores ese día y aunque
daba la impresión de que solo era amabilidad, rechacé su oferta. Prefería ir a
mi aire.
De camino hacia las
plantaciones de té me encontré cruzando un animado mercado de pescado y
verdura. Me adentré un poco y enseguida me vi haciendo fotos a los sonrientes
lugareños que me lo pedían. Hubo incluso dos que me invitaron a un té, una
magdalena y una botella de agua. ¡Qué agradable!
Cuando el pueblo
queda atrás, se vuelve todo muy tranquilo. Y allí estaban las plantaciones de
té aunque no había diferentes niveles de terreno como en Haputale en Sri Lanka,
y por tanto, no me pareció que luciese mucho.
Ese gran arco colorido significa que se celebra una boda dentro |
Me di un paseo por
la zona hasta el “Instituto de Investigación de Té en Bangladesh” que vi por
fuera y después por otro camino fui volviendo hasta el pueblo. Los niños cuando
me veían venían corriendo a saludarme con un curioso “bye bye”.
A medio camino me
paré en, al parecer bastante conocido a nivel del país, restaurante de “Nilkantha tea cabin”. Es famoso por sus tés
compuestos de varios tés claramente diferenciados por colores. Hoy en día
tienen desde los dos colores hasta siete! Yo me pedí el de cinco.
Estaba bueno pero
no se puede decir que supiese mucho a té la verdad.
Esa noche me volví
a encontrar con Jahid que iba con un amigo y con un japonés! El primer
extranjero que veía en Bangladesh. Jahid se ofreció a preguntar él mismo otra
vez por un billete en el tren que quería coger la noche siguiente. Así que
fuimos los cuatro a la estación de tren pero como me dijeron a mí, no quedaban
plazas. Y ahí fue cuando me sugirió comprar un billete en el mercado negro! No
es que sonase muy bien eso…me quede sin saber muy bien que decir. Ante mi
ignorancia le dije mi temor de que el asiento que me diesen lo tuviese
legalmente otra persona pero no funciona así, si no que alguien ha comprado ese
billete y luego lo revende a un precio más alto. Finalmente acepté. Lo gracioso
es que se compran a través del responsable de la estación. En cinco minutos ya
tenía mi billete. A casi el doble del precio original pero lo que se traducía
en tan solo a algo menos de cuatro euros. Visto como conducían los autobuses
prefería ir en tren si podía. Luego, cuando dije que quería alquilar una bici
al día siguiente, Jahid me llevó a una tienda y lo apalabró con el dueño. Y
finalmente me recomendó un restaurante barato donde podía cenar. Muy majo.
Al día siguiente
fui a por mi bici alquilada que resulto ser bastante pesada y dura de pedalear
y puse rumbo al Parque Nacional de Lowacherra a 8 km de allí. Por suerte el
camino es bastante llano pero a la mínima cuesta tenía que bajarme y empujar la
bici.
De camino me paré
en el museo del Té situado en un resort. Aquello estaba bastante solitario. El
museo son dos pequeñas habitaciones que abrieron especialmente para mí. En una
de ellas había un escritorio, una silla y una imagen de Bongobondu, el Padre de
la Nación que fue el primer presidente del país. Y en la otra herramientas que
se utilizaban en las plantaciones de té antiguamente. No hay mucho para ver la
verdad.
Se nota el cambio
cuando se empieza el parque nacional. Es todo vegetación y arboles bastante
altos.
Hay dos puestos de
pago pero por el primero no se entra así que me fui al segundo y allí ya había
más ajetreo. Aparqué la bici, pagué la entrada de 350 tk y me fui hacia el
interior.
Este parque atrae a
los visitantes porque en él viven Hoolock gibbons, una especie de primate en
peligro de extinción. Como me esperaba no vi ninguno. Pero el parque en sí es
bastante agradable. Se pueden hacer dos rutas: una de media hora y otra de una
hora.
Desde que entre al
parque noté que me seguía un local. Cuando llegué al punto donde empezaba la
ruta de media hora, se ofreció a ir conmigo pero no quería un guía. Entonces me
dijo que no era un guía que solo me quería ayudar. La verdad es que me apetecía
ir a mi aire pero no me dejo mucha opción. Y durante dos horas me llevó por el
parque, por otras plantaciones de té, a un pueblo local y de vuelta al punto de
partida. A penas hablamos porque no sabía ingles. La verdad es que esperaba que
me pidiese dinero al final pero no lo hizo. Los bangladeshíes no paraban de
sorprenderme.
Tambien me llevo por plantaciones de te |
Estaba cansada,
hacía bastante calor y todavía me quedaba el camino de vuelta en bici. Por
suerte fue más fácil que la ida.
Esa tarde me volví
a encontrar con Jahid con el que había quedado el día anterior. Y me llevó al
verdadero “Nilkantha tea cabin”. Resulta que hay dos restaurantes con el mismo
nombre y ofreciendo lo mismo. Parece que ninguno es falso pero éste es mucho
más popular. Se encuentra a tan solo unos 500 metros de la estación de tren
siguiendo la carretera de Kalighat Road. El otro restaurante con el mismo
nombre esta aproximadamente 1’5 km hacia el sur siguiendo la misma carretera.
Allí me volví a
tomar el mismo té y pedimos para comer Fuska, al parecer la comida callejera
más popular de Bangladesh. Son como cascarones rellenos de patata. Estaba
bueno.
Y allí estuvimos
hablando un rato con la interrupción ocasional de locales curiosos.
INFORMACIÓN
ÚTIL
- Cambio: 1€ = 107 tk
- Tren Rajshahi-Dhaka
(segunda clase en “shovon chair”. 5 horas y 30 min): 315 tk
- Tren
Dhaka-Srimangal (segunda clase en
“shovon chair”. 4 horas y 30 min): 225 tk
- Alquiler bici día
entero en “Anam cycle store” (calle principal hacia la estación de tren): 300
tk
- Entrada Parque
Nacional de Lowacherra: 350 tk
- Alojamiento: Hotel Taj Mahal
- Dirección: en la esquina que forman Dhaka Sylhet Road y Central Road. A unos 500 metros de la estación de tren.
- Habitación individual con ventilador y baño privado: 200 tk
- Comentarios: si volviese miraría otro sitio antes. La habitación era un agujero aunque pasable pero el baño…ese baño no se acuerda de cuando ha sido la última vez que lo han limpiado. No estaba ni la bomba echada y en general bastante sucio. No tenía lavabo ni bomba el retrete (así que a cubotazo). La puerta no encajaba y no se podía cerrar. Y olía mal. No caí en todo eso cuando le eché un primer vistazo y decidí quedarme.
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