Nannu me arregló el transporte a
mi próximo destino: la isla de San Martín. La única isla de coral del país y bastante
turística localmente. Pero como pude ver en el barco, la mayoría de los locales
van y vienen en el mismo día sin quedarse a dormir.
Aunque tenía el billete del
barco, no tenía el del bus. Al parecer no lo necesitaba, me llamarían al móvil.
Un sistema que no me daba mucha confianza. Me levanté a las 5 de la mañana y
Nannu me acompañó hasta que me subí al bus, para lo que tuvimos que esperar
bastante rato, aunque acabaron llamando.
Después de dos horas llegué al
embarcadero de mi barco, cerca de Teknaf. El trayecto en barco empieza en el
rio Naf que hace de frontera entre Bangladesh y Myanmar por lo que de camino a
la isla se puede ver Myanmar en la orilla izquierda. Tan cerca pero tan lejos a
la vez ya que no se puede entrar al país por tierra desde Bangladesh.
La isla me gustó incluso antes de
desembarcar. No es de las de aguas cristalinas pero parecía tan tranquila y
relajante.
Cuando estaba buscando un hotel
conocí a Sukkur, un local de 15 años que difícilmente se me despegó hasta que
me fui…Al parecer durante medio año va al colegio y los otros seis meses se
dedica a hacer de guía a los turistas. Me ayudó a encontrar un alojamiento
económico y se acomodo en mi habitación. Enseguida atraje la atención otros dos
turistas locales que se alojaban en la habitación de al lado y que después de
preguntarme, se acomodaron igualmente en la mía. Uno de ellos era ingeniero
civil también! Después de hablar un rato, ellos dos se fueron pero Sukkur no lo
hizo hasta que dije que quería descansar un poco. La verdad es que pensaba que
me pediría dinero por ayudarme con el hotel pero no lo hizo, ni cuando me
acompaño hasta el puerto cuando me fui después de todas las veces que había
estado conmigo.
La playa estaba a tan solo unos 50
metros de mi alojamiento, en el norte de la isla, donde está el único pueblo,
con apenas un par de calles, y es el mejor lugar para bañarse porque no hay
piedras. Si hay una cosa de la que me arrepiento de mi estancia allí es no
haberme bañado en el mar, solo los pies.
Me encantó la isla. Muy pequeña y
tranquila, con tan solo algunos rickshaws, bicis y motos. Donde fácilmente se
puede ver la vida local. Solo la parte norte está habitada en condiciones, el
resto son algunas casas desperdigadas entre cultivos, vegetación y el único
camino de tierra y arena que atraviesa la isla de norte a sur. A medida que vas
hacia el sur por la playa solo hay alguna que otra barca en la orilla, alguna
cabaña de madera y algún que otro local. Que encanto y que paz!
En el extremo sur de la isla, a
unos 5 o 6 km del norte, esta la pequeñísima isla de Chera Dwip, solo accesible
andando cuando la marea esta baja y donde al parecer está el coral. Se puede ir
en barca desde el norte pero yo decidí ir andando y volver en barca. Bueno, esa
fue la intención.
Quise ir temprano pero no había
manera de encontrar al dueño de mi alojamiento y tenía que dejar la habitación
antes de las 11am así que me tuve que quedar rondando un buen rato hasta que
apareció. De camino, una familia local me invitó a su casa. Todo mujeres que no
sabían ni una palabra de ingles. Me senté en una silla que sacaron al patio, me
ofrecieron algo parecido a patatas y se dedicaron a mirarme mientras mediante
gestos preguntaba de quien era cada niñ@. Y de repente todas se emocionaron
cuando apareció un joven de la familia porque sabía ingles! Hablamos un poco y
seguí mi camino. Un poco más tarde me pasó una situación muy parecida.
Después de revolcarse en la arena y decirles que ahora se tenían que limpiar en el agua, decidieron que la mejor manera de ir era rodando... |
En qué momento se me ocurriría ir
andando! El sol apretaba bastante, el camino de arena a veces no hacia fácil
andar por él y cuando ya estaba muy cerca llegó un momento en que no sabía cómo
seguir. Salí a la playa del este y al fondo hacia el sur vi la isla de Chera
Dwip. Mire la hora. Tenía el ferry de vuelta pocas horas después, estaba
agotada, sin saber cómo seguir y me daba miedo que no hubiese barca de vuelta
si llegaba a la isla lo que significaría que tenía que volver andando y que
perdía el ferry si o si.
Así que después de descansar un
rato en una roca con los pies metidos en el agua me dispuse a volver. Para
empeorar la situación, una sandalia se me estaba venga salir por lo que tenía
que estar agachándome continuamente para ponerla bien. De vez en cuando iba
descalza pero el suelo ardía. Y ni siquiera tenía la opción de coger un
transporte. Estaba bastante desmoralizada…y entonces vino por el camino un
local en su moto (deben de ser contadas las motos que hay en la isla) y se
ofreció a llevarme!! No puedo describir el alivio que sentí…
De vuelta en la zona de mi
alojamiento, me encontré en la playa con el estadounidense que nos habíamos
encontrado en la playa de Cox’s Bazar y que viajaba con un Bangladeshi cuyo
hermano era vecino del estadounidense en Estados Unidos. Se había tomado un año
de excedencia en el trabajo.
No me bañé, no llegue a la isla
del sur pero al menos pude cumplir lo de tomarme un coco.
INFORMACIÓN ÚTIL
- Cambio: 1€ = 107 tk
- Bus Cox’s Bazar-Teknaf-Cox’s
Bazar (2-2’5 horas/trayecto): 400 tk
- Ferry Teknaf-Isla de San Martin-Teknaf (2’5
horas/trayecto): 700 tk
- Compañia: L.C.T Kutubdia
- Clase: upper deck. La planta de arriba al aire libre. El billete es más barato en la planta baja, cerrada. Creo que son 550 tk ida y vuelta.
- Horario: ida 9:30am y vuelta 3pm.
- Alojamiento: no tiene nombre
- Dirección: al norte de la isla. Siguiendo el camino que hay en la parte trasera del hotel “Prince Heaven” (1000 tk) se llega a un edificio de una sola planta con un porche y cuatro puertas. Desde ahí se ve el mar a 50 metros.
- Habitación doble con ventilador y baño privado: 800 tk
- Comentarios: no lo recomiendo. En el baño no había agua en el grifo del lavabo y la bomba del retrete no funcionaba. Hay papel higiénico. También toalla pero después de echarle un vistazo preferí utilizar la mía. Tenía a tres cucarachas de tamaño considerable como compañía. La electricidad funciona de 6pm a 12pm pero el dueño no activó el generador hasta casi las 7pm. El dueño no habla ingles. Después quiso cobrarme 150 tk más por hacer funcionar el generador de 12pm a 3am porque le habían pedido otros huéspedes. Me negué porque yo no iba a utilizar la electricidad a esas horas y no lo pagué. Por la noche, cuando ya estaba durmiendo alguien (supongo que el dueño) se dedico a aporrear mi puerta durante unos 20 minutos.
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