viernes, 27 de diciembre de 2013

Ranakpur y Kumbhalgarh

Como “me gusta” esto de super madrugar de vez en cuando, ya tocaba y a las 4am me despedí con un poco de pena de Pushkar.

Los autobuses hacia Ajmer empiezan a circular oficialmente a partir de las 6 o 6:30am pero yo tenía que irme antes y me habían dicho que sobre las 4am algún bus pasaría. Así que me acerqué a la “estación de bus” (ejem) de Marwar y me uní a unos locales que estaban alrededor de una fogata con un chai hasta que al poco pasó un bus sleeper (bus cama). 

Un tren desde Ajmer me dejó en Falna hacia las 9:30am y ahora venía un poco la incertidumbre. Mi destino era Ranakpur, a unos 35 km de Falna y tenía que coger un bus para llegar pero en internet no había encontrado nada sobre ello ni había podido averiguar dónde estaba la estación de bus. Preguntando, seguí la carretera dirección Ranakpur hasta que alguien me dijo que me había pasado la estación pero que lo podía coger en el lugar donde estaba. Y por fin a las 10:25am paso uno. Uf. 

En Ranakpur se encuentra un templo jainista espectacular. Abre de cara al público a las 12am y para cuando llegué a las 11:30 ya había bastantes turistas locales y extranjeros esperando. Me encontré con la sorpresa de que desde el 22 de diciembre de 2013 (hacía cuatro días) habían empezado a cobrar entrada aparte de lo que había que pagar por la cámara que ya sabía. Al menos con la entrada estaba incluida una audioguía. Aquí también saben cómo hacer más negocio y aunque pagues por la cámara, el móvil también lo ven como una cámara por lo que habría que pagar por él igualmente así que por 50 INR te lo guardan (tampoco se puede meter comida o agua) en unas taquillas. A mí de todos modos me venía bien porque tenía que dejar la mochila grande en algún lado. Hay que entrar descalzo y con los hombros y piernas tapados al templo. 


Había leído que era posible comer en el recinto del templo y como cuando pregunté me dijeron que el comedor estaba abierto de 11am a 1pm, me fui primero a comer. El edificio esta nada más entrar al recinto a la izquierda y hay que entrar descalzo. Por 50 INR te ponen un thali y puedes repetir si quieres. 


El templo de Ranakpur esta dedicado a Adinath y está hecho de mármol blanco completamente y está tallado casi al milímetro. Tiene 1444 columnas, todas diferentes. Dudo que deje a nadie indiferente cuando entras a la sala principal. 
  






Pero Ranakpur no era mi destino final ese día. Salí a la carretera principal a la espera de que pasase algún bus pero aunque acabaría pasando, no las tenía todas conmigo que fuese a ser pronto así que acepté la oferta de un taxista muy amable que se ofreció a llevarme en su furgoneta hasta Sayra, un pueblo a medio camino a 20 km de allí, a cambio del precio que yo quisiera quitándole bastante importancia al asunto. En otra situación no me hubiese fiado pensando que al final me pediría mucho dinero pero la verdad es que me cayó bien el taxista y sentí que podía fiarme de él. De todos modos quise hablar de antemano un precio y cuando le ofrecí 20 INR me volvió a decir que lo que yo viese oportuno. Su destino era Udaipur y Sayra le pillaba de camino así que supongo que no le importaba porque tenía que hacer el viaje igualmente. 

Al llegar a Sayra, podría haberme dejado allí y ya está pero muy amablemente preguntó a un local sobre el bus a mi destino y cuando no obtuvo la respuesta que esperaba, aparcó la furgoneta y preguntó a otro local y entonces llegó el bus. En fin, encontrarse con gente así se agradece de verás. 

Éste último bus necesitó casi dos horas para hacer 28 km y llegué a Kumbhalgarh cuando ya estaba anocheciendo. 

Del bus también bajaron Mahesh y Madhu, un matrimonio indio de Ajmer que también estaba visitando la zona por un par de días. Como iban al alojamiento que yo quería ir, ahí que nos fuimos los tres. Cenamos juntos allí mismo y luego nos fuimos en taxi hasta el fuerte para ver el espectáculo de luz y sonido. Pero cuando llegamos ya estaba acabando (y nos libramos de tener que pagar la entrada). De todos modos mereció la pena ver el fuerte iluminado. 


¡Qué frío hacía por la noche!

Al día siguiente nos juntamos otra vez, desayunamos y nos fuimos a ver el fuerte de día. Esta vez andando, a 1 km y medio más o menos. 

La muralla del fuerte de Kumbhalgarh mide nada menos que 36 km y es la segunda más larga del mundo después de la Gran Muralla China. 


Se puede subir hasta arriba del todo y tener una vista de 360 grados.


Dentro del complejo, a parte del fuerte en sí, hay también varios templos desperdigados. 




INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 84’35 INR

- Bus Pushkar-Ajmer (bus cama, 20 min) a las 4:05am: 20 INR

- Tren Ajmer-Falna (clase "second seating", 3 horas): 80 INR

- Bus Falna-Ranakpur (55 min): 19 INR

- Entrada templo Ranakpur: 200 INR (con audioguía incluida) + (cámara 100 INR) + (taquilla 50 INR) 

- Bus Sayra-Kumbhalgarh (1 hora y 45 min): 30 INR

- Entrada Fuerte de Kumbhalgarh: 100 INR y espectáculo de sonido y luz 200 INR

- Alojamiento: Lucky Guesthouse & Restaurant

  • Dirección: Tehsil Kelwara, Kumbhalgarh. Está a unos 300 metros subiendo por la carretera que va al fuerte, a la derecha. Se ve bien. 

  • Habitación triple con ventilador y baño compartido: aproximadamente 250 INR. Explicación: por más que insistí no me quiso decir cuánto valía la habitación cuando llegué. Llegué con una pareja local y no sé por qué, a ellos les pidió por la habitación muchísimo y creo que por eso no quería decirme, para que no les dijese a ellos. Me dijo que no me preocupase, que un precio normal y me fié. Cuando me fui, acordamos un precio de 850 INR por dos noches, una cena, una comida, dos desayunos y cinco chais.  Por eso no sé el precio de la habitación exactamente. 
  • Teléfono: (0091)9928103613 / (0091)8875718328

  • Comentarios: es un alojamiento muy básico pero al parecer es la única opción barata en Kumbhalgarh. A unos 6 km esta el pueblo de Kelwara donde creo que hay más opciones asequibles. Tiene 4 habitaciones, todas con una cama doble y otra individual y sin baño. Como he dicho son muy básicas pero están bien. El colchón era bastante duro. Hay sabanas, lo que no es muy normal, pero no me pareció que estuviesen todo lo bien que tenían que estar y utilicé el saco sábana. El baño común dejaba un poco que desear en cuanto a limpieza. Cubo de agua caliento bajo petición. No hay wifi. Las comidas bastante buenas (no tiene menú, te lo dice a viva voz aunque aparte de thali no había muchas más opciones) aunque mejor cuando pedí no picante. El dueño siempre atento pero no sabe mucho ingles. Se ofreció a llevarme en su moto gratis a hacer fotos por los alrededores pero no fui. 


 





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