lunes, 2 de diciembre de 2013

Visitando Sonrisas de Bombay

Hace unos cuatro años me leí el libro “Sonrisas de Bombay” de Jaume Sanllorente. Fue una historia que me impactó, que no me dejó indiferente.


Jaume era un periodista catalán que en el 2003 viajó por primera vez a la India pero no fue hasta que viajó otra vez a este país cuando decidió dar un giro de 360 grados a su vida. En esa visita se encontró con la situación de que un orfanato iba a cerrar dejando así a sus 40 niños en manos de posibles mafias. Decidido a ayudar a que eso no sucediera dejó su trabajo y su piso y volvió a Bombay sin billete de vuelta. Y creó la ONG “Sonrisas de Bombay”.

Desde que leí el libro me dije que si alguna vez visitaba la India (este viaje a penas estaba en mi mente si es que lo estaba) y tenía la oportunidad, debía visitar Sonrisas de Bombay si o si e increíblemente he podido hacerlo.

Escribí a la asociación un email preguntándoles si podía visitar sus proyectos como ofrecían en la página web y me contestaron afirmativamente lo que me hizo mucha ilusión.

Así que en mi último día en Bombay, lunes (los fines de semana no realizan visitas), a las 7am deje mi hotel y siguiendo las indicaciones que me habían dado por email me fui a la oficina central de la asociación en el barrio de Andheri East a 22 km de donde me alojaba. A esas horas pude ver a mucha gente durmiendo en las calles de Bombay.

Llegué a las 9:30am (me costó un poco encontrar el edificio) como habíamos quedado y después de escribir mi nombre en un libro y darme una tarjeta de visitante subí a la sexta planta donde un hombre me pasó a una sala y me dio una botella de agua y un chai (té con especias. Bebida típica en la India).

Al poco apareció Natasha, una local de mi misma edad que hablaba muy bien español y sería mi guía en los proyectos que veríamos. No había más visitantes. La mayoría acuden en verano. En los primeros 45 minutos aproximadamente Natasha me hizo a través de diapositivas en un portátil una introducción a “Sonrisas de Bombay” y me estuvo explicando los diferentes proyectos que llevaban a cabo y contestando las preguntas que se me ocurrían.

Después dejamos el edificio y en una furgoneta, acompañados del responsable (o algo parecido creo) de la zona que íbamos a ver fuimos a ver un par de las 25 guarderías o “Balwadis”, como las llaman aquí, que impulsa Sonrisas de Bombay.

Los “Balwadis” se basan en una educación pre-escolar y acogen niños de entre 2 y 6 años de familias pobres que viven en slums (barrios de chabolas) y por eso también están situados dentro de los slums, para que a los niños les resulte más fácil ir.

Un “Balwadi” es una sola habitación, no muy grande, y me sorprendió lo bien aprovechado que estaba el espacio. Todos tienen una televisión para ayudar en la educación de los niños y un baño y siempre hay una profesora y una ayudante. A los niños se les da un uniforme y mochilas. El ingles está ya presente y por las paredes tienen grandes carteles con imágenes y al lado el nombre en ingles. Los niños están allí de 10am a 1pm, al menos en uno de los Balwari que visitamos. Todos los días se les da una comida complementaria (cada día diferente) y se les pesa todo los meses para ver la mejoría respecto al mes anterior además de llevar otros controles como el de la asistencia. También tienen apuntados los datos de los padres, como su profesión, cuánto ganan (el que me enseñaron el sueldo del padre oscilaba entre unas 5000 y 12000 INR, entre unos 60 y 140 euros)…


Antes de visitar los “balwadis” fuimos a ver una escuela donde estudian hasta los 16 años. Allí hacía poco Sonrisas de Bombay había hecho una campaña de control de la vista y los dientes. Si no recuerdo mal, creo que en esta misma escuela también habían dado algunas becas a estudiantes ya que la educación es gratuita solo hasta los 14 años. La escuela está considerada una de las mejores de la zona y algunas clases tenían hasta 60 alumnos en un espacio no muy grande…además de que el patio era pequeñísimo.

Después de la visita a los “balwadis” fuimos a ver la escuela de “Yashodhan” de la que Sonrisas de Bombay salvó del cierre pagando el sueldo de los 44 profesores desde 2007. Gracias a la asociación también, se construyo una segunda planta hace un par de años que hizo que pudiesen acudir más estudiantes. Al llegar me recibieron poniéndome en la frente el bindi, el característico punto rojo que llevan las mujeres hindúes, como bienvenida. Nos ofrecieron unas galletas y chai y visitamos la escuela.

Por último volvimos a las oficinas centrales a tiempo de ver uno de los cursos donde enseñan a las mujeres a ser autosuficientes (proyecto SEED). Estos cursos son a partir de las 2pm cuando las mujeres tienen más tiempo para ellas mismas. En este caso era un curso de belleza y una profesora les estaba enseñando a depilarse correctamente con cera.

Antes tenían alquilados los seis pisos del edificio pero debido a la crisis de España las donaciones han bajado y ahora solo pueden permitirse tener dos pisos. Quieren concienciar a los habitantes de la ciudad para que ayuden pero como dijo Natasha es difícil porque están muy acostumbrados a ver la pobreza.

La ONG también tiene otros proyectos como “HOPE” donde ayudan a las familias de niños con cáncer.

Natasha, aparte de ser una muy buena guía fue también muy buena compañía y compartimos cultura y costumbres de nuestros respectivos países.

Sin duda se cumplieron mis expectativas respecto a esta visita. Ver sobre el terreno el gran trabajo de esta asociación, gracias al gran corazón y confianza de la gente a través de sus donaciones, fue una gran experiencia (y no escribo más veces "gran" porque no hay más frases).



INFORMACIÓN ÚTIL

- Web Sonrisas de Bombay: www.sonrisasdebombay.org 

- Información sobre la visita:

www.sonrisasdebombay.org/sonrisasdebombay/es/que-puedes-hacer-tu/viaja-bombay.html 

- Email: mumbai@mumbaismiles.org 


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