sábado, 22 de marzo de 2014

Dhaka

Estuve dos veces en la capital de Bangladesh. La primera vez llegué muy de madrugada en un tren desde Rajshahi. Mi idea cuando llegué era quedarme una noche pero mientras esperaba en la estación a que fuese una hora más razonable para salir a la calle decidí comprar un billete para otro destino ese mismo día.

Sheikh Hasina, primera ministra del país

Después de un trámite que tenía que hacer en la ciudad y de que el dueño de un puesto me invitara a un cha, en el camino de vuelta a la estación, se me rompió la cámara mientras estaba haciendo fotos. Teniendo el zoom a tope, se atascó, la pantalla se volvió negra y puso “error de lente”. Como no funcionó nada de lo que intenté que ponía en internet y como tenía algo de tiempo hasta que saliese el tren decidí llevarla a una tienda a que me la arreglaran. Pregunté a un local y el señor muy amable me llevó a un rickshaw, le pagó y le dijo a donde tenía que llevarme. Allí vi como descuartizaban a mi pobre cámara. Sin conseguir arreglarla me pidió 30€ lo que me pareció un robo en un país como Bangladesh. Me lo bajo a 20€ pero aún así. Entonces me llevó a la tienda de un amigo que la intentó arreglar también. Aquí ya definitivamente mi cámara se convirtió en mil pedazos y vi como llegaba la hora de salida de mi tren y lo perdía…Había otro cuatro horas más tarde y quería cogerlo si o si. No me quedaba ni media esperanza con mi cámara y por otra parte me dijeron que necesitaban más que esas cuatro horas para intentar arreglarla. Y como además, la pobre ya estaba un poco pachucha antes de que le pasase esto decidí comprarme otra cámara. No era una opción viajar sin poder hacer fotos. Me compré una (Canon Powershot SX510 HS), entre las pocas opciones que tenían en la tienda de al lado y aunque fue muy precipitado, por suerte estoy bastante contenta con ella hasta ahora. Les regalé mi antigua cámara y debido a ello no me cobraron los 20€ del servicio.

De las últimas fotos que sacó mi camara

La segunda vez llegué en un bus nocturno desde Cox’s Bazar después de estar en la Isla de San Martin. Me quede una noche y suficiente.

Dhaka tiene tan poco bueno que ofrecer que no merece la pena. Lo que si tiene junto con su metrópolis es 22 millones de personas, un absoluto caos y desesperante tráfico y unos rickshaws que les da igual si te llevan por delante. Definitivamente no recomiendo dedicarle tiempo a la capital.

Desde mi hotel
El día que llegue no me dio tiempo a hacer turismo porque quede con Nannu y Undine en un barrio al norte de la ciudad y para llegar necesité nada menos que dos horas en bus (no hay metro, ni tranvía), para hacer tan solo 12 km…horrible. Para volver necesité otras dos horas aunque al menos fueron unos 20 km y se me hizo ameno hablando con un estudiante. El cual me dijo, cuando le dije que había relámpagos, que sería que en lo alto de un edificio estaban trabajando con electricidad, que era imposible que lloviese en esa época. Pues no solo resultó ser una tormenta, si no que se levantó un viento fortísimo y la mayor parte de la zona (o ciudad quizás) se quedo a oscuras.

Con Nannu y Undine, estuvimos en la oficina de la agencia de viajes de Nannu y su socio, visitamos una tienda con ropa muy bonita y colorida llamada Aranya y finalmente fuimos al hotel de Undine a tomar un cha.  Después Nannu me acompañó a coger un bus de vuelta, lo que no fue nada fácil. Y así me despedí definitivamente en este viaje de ellos con los que tan a gusto había estado.


Al día siguiente, después de conseguir por fin el billete que me llevaría esa misma tarde fuera de Dhaka, me fui a ver la ciudad. La parte de Old Dhaka.

Mi primera parada fue Shankharia Bazar o la calle hindú. Pero no me llamo la atención especialmente. De lo poco diferente que vi fue que vendían bindis, los puntos de color rojo hindúes que se ponen en la frente entre ojo y ojo.


Después me acerqué a Sadarghat, el puerto. Me pareció bastante fotogénico pero había bastante basura y los barqueros insistían en darme una vuelta por el río.



Cerca se encuentra Ahsan Manzil o el Palacio Rosa. Un edificio colonial que fue el palacio residencial de la familia Nawab (reinó en Dhaka entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX) y que ahora es un museo. Su peculiaridad es que es rosa y por fuera es bonito aunque si te acercas te das cuenta de que no le vendría mal una restauración (en su momento la tuvo porque el edificio estaba en ruinas) al igual que el interior. El museo no me pareció que mereciese la pena. Además pase a ser el centro de atención en cuanto entré y no pude verlo muy tranquila…


Después me fui a ver la iglesia Armenia y según el mapa la tenía en frente pero yo no veía nada y como la ciudad ya me estaba empezando a agobiar no hice tampoco muchos esfuerzos por encontrarla.

De allí fui a visitar la mezquita Star o Sitara, un bonito pero tampoco muy destacable edificio.


Por último recorrí la calle de Bangshal Road donde hay todo tiendas con complementos para las motos. Para mi cero interesante. Además lo único que quería ya era irme de la ciudad cuanto antes.

Me quede sin ver, aunque no me importo, el fuerte de Lalbagh. Posiblemente el principal punto de interés de la ciudad.



INFORMACIÓN ÚTIL

- Cambio: 1€ = 107 tk

- Bus Cox’s Bazar-Dhaka (compañía: United. Sin aire acondicionado. 9 horas y 45 min): 800 tk

- Entrada “Ahsan Manzil”: 100 tk

- Alojamiento: Hotel Shadman Internacional
  • Dirección: Shaid Tower. 165, Nawabpur Road, Dhaka.
  • Habitación doble con ventilador y baño privado: 300 tk
  • Email: shadman165@yahoo.com 
  • Teléfono: 01711159518
  • Comentarios: Habitación no muy bien mantenida con muebles rotos y paredes sucias pero por lo demás bien, amplia. El baño pasable. La luz no funciona y no tiene agua caliente ni bomba así que a cubotazo. No hay bichos. Por 300 tk y en la capital, me parece aceptable. Antes pregunté en otros dos hoteles donde las habitaciones individuales estaban todas ocupadas pero en el Hotel Al Razzaque International la doble era 650 tk y en el Hotel Baitus Samir International 700 tk. Ambos cerca del hotel Shadman. 




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